Así como los seres humanos muestran agobio por las altas temperaturas, las vacas también sufren estrés por el exceso de calor y repercute en la producción, advirtió la Asociación de Ganaderos de El Salvador (AGES).

“Este año ha sido un poco más difícil”, aseguró Sandor Siliézar, presidente de la gremial, tras recordar que en los últimos dos meses las temperaturas han superado los 40 grados en varios puntos de El Salvador.

“Por supuesto que sí tenemos estrés en el ganado y el tema del desarrollo del pasto para ganado”, añadió. La gremial ha recomendado a los productores mantener agua fresca y limpia en las granjas para hidratar a los animales.

Los pronósticos de la transición al fenómeno de La Niña a partir de julio dan “cierta alegría” al sector ganadero de que este año habrá más lluvia en comparación con 2023, cuando las precipitaciones se redujeron por la presencia de El Niño.

AGES no reporta la muerte de ganados por exceso de calor, pero recuerda que los productos continúan con la práctica de vender los animales para sacrificio debido a los altos costos de operación (vitaminas o concentrado), la falta de mano de obra en el campo y la ausencia del relevo generacional en las granjas.

“Solo en Sonsonate, hubo cuatro productores en el último mes que vendieron su ganado (...) Es algo insostenible”.

Sandor Siliézar
Presidente de AGES


El sector ganadero arrastra desde hace varios años una crisis de productividad y altos costos, además de una férrea competencia de productos importados a precios más módicos que los locales.

La Asociación Salvadoreña de Ganaderos e Industriales de la Leche (Asileche) ha señalado que El Salvador tiene un déficit de un 30 % en el consumo de leche, que debe ser importada de los países de la región.