Las exportaciones de maquila, uno de los músculos productivos más importantes de la economía salvadoreña, se contrajeron un 23.1 % al cierre de 2023 al superar los $980.9 millones, su valor más bajo en tres años, confirman las estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR).

Los envíos de maquila representan un 15 % de las exportaciones salvadoreñas, que incluyen textil y confección, así como condensadores electrónicos (chips), productos plásticos y bolsos.

Según el BCR, las exportaciones de esta industria se redujeron en $294.6 millones en comparación con los $1,275.6 millones registrados en 2022. En volumen se anotaron una caída de un 29.2 %, con más de 59.7 millones de kilogramos enviados al mercado exterior.

El valor de las exportaciones de este renglón es el más bajo desde 2020, cuando cerraron en $889.04 millones después de la paralización parcial de la economía por los esquemas de confinamiento para evitar la propagación del coronavirus.

La caída de 2023 es explicada por la cancelación de pedidos desde Estados Unidos ante una saturación de inventarios por compras anticipadas en 2022 en medio de la crisis logística, además de una caída en la demanda por la inflación galopante.

En noviembre, la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) confirmó que hubo empresas textileras que suspendieron líneas de producción por la cancelación de contratos, incluyendo el gigante de confección HanesBrands que cerró una de sus cinco fábricas en El Salvador.

Como resultado, el valor total de las exportaciones salvadoreñas cerró el año pasado con una fuerte contracción de $617 millones. De acuerdo con el último informe del BCR, los envíos de mercancías superaron los $6,498.1 millones, equivalente a una caída de un 8.7 %. En 2023, solo en febrero se registró un crecimiento mensual, mientras que en el resto del año se mantuvo en negativo.

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Principales caídas.

El Banco Central documenta que el valor de las exportaciones de textil y confección sumó $649.7 millones, una cifra que fue $184.7 millones (un 22.1 %) inferior a los $834.7 millones reportados en 2022. En volumen, la reducción fue mucho más agresiva en un 30.6 %.

De esta categoría, las prendas y complementos de vestir de punto se redujeron un 22.7 % y superaron los $585.5 millones, mientras que los conjuntos de vestir de no punto se contrajeron un 19.4 % al cerrar con $42.9 millones.

Los textiles cayeron un 19.4 % y los demás artículos confeccionados un 47.9 %, con envíos valorados en $21.1 millones y $300,000, respectivamente.

También hubo una caída de un 25.7 % en las exportaciones de condensadores electrónicos, el producto estrella de la industria al considerarse el de mayor complejidad tecnológica. La elaboración de estos chips es exclusiva de la empresa japonesa Kyocera AVX, ubicada en la zona franca de San Bartolo, Ilopango, que el año pasado envió un poco más de $193 millones, una cifra inferior en $66.9 millones en comparación con 2022.

Los envíos de productos plásticos superaron los $3.1 millones, un 5.5 % inferior.

Dentro del régimen de maquila, la única categoría con crecimiento fue bolsos y mochilas, con embarcaciones valoradas en $300,000, un 435 % de crecimiento.

El dato

Entre los productos de mayor caída en 2023 se encuentran camisetas de punto (15.1 %), calzoncillos (51.2 %), trajes (51.6%), hilados de algodón (6.8 %), trajes de sastre (30%), entre otros.