“A todo lugar que voy, llevo una bolsa”, relata entre risas el emprendedor René Escobar sobre cómo colecciona las piedras para sus cuadros, que han logrado cruzar la frontera salvadoreña.

Su emprendimiento nació en el momento más álgido de la pandemia de covid-19, en junio de 2020, cuando Escobar, fotógrafo de profesión, se quedó sin ingresos por la cancelación de los eventos y los “pocos ahorros comenzaron a caminar”. En medio de la angustia, “empecé a ver las piedras y dije ‘algo se puede hacer con ellas’”, y así surgió ArtStone.

Sus cuadros se crean a partir de piedras sin sufrir ninguna alteración, una técnica popular entre los artesanos de Europa, pero poco explorada en El Salvador. Además, se emplean materiales de la naturaleza muerta como lajas, guijarros, cascajo, chute, corchos y alambres.

La principal característica de su trabajo es que las piedras se incorporan en los cuadros tal cual las encontró Escobar en la naturaleza. El salvadoreño utiliza piedras de río, mar o volcánicas, aunque reconoce que las variedades aguamarinas las tiene que traer del exterior, principalmente de Guatemala.

René Escobar recibió el segundo lugar del Premio a la Iniciativa Privada, de la ANEP. / Cortesía
René Escobar recibió el segundo lugar del Premio a la Iniciativa Privada, de la ANEP. / Cortesía

Una colección corre mundo.

Escobar tiene tres años de haber iniciado su aventura y asegura que ha logrado posicionar su emprendimiento en las paredes de las viviendas de los salvadoreños en cualquier parte del mundo.

Actualmente realiza envíos a tres tiendas de regalos en Nueva York, Los Ángeles y Boston. Además, asegura que sus piezas han sido adquiridas como recuerdos para salvadoreños que viven en Australia, Suiza e incluso en Singapur.

A la fecha, ha elaborado más de 1,500 cuadros entre 300 diseños, que van desde colecciones de temporada a trabajos personalizados. Mucho de su contenido se relaciona con la naturaleza, aunque incluye temáticas de familia, religiosas, navideñas e incluso tiene una serie dedicada a la famosa novela El Principito.

“Puedo hacer cualquier diseño, en cualquier forma”, asegura el salvadoreño. Escobar garantiza además que cada cuadro es único: “Aunque sea la piedra cambia”.

ArtStone ofrece un estándar de tres tamaños en los cuadros: uno de 5x7 pulgadas a un costo de $15, uno de 8x10 por $25 y la pieza premium, de 12x16, a $35.

Durante los primeros dos años, Escobar se encargó de todo el trabajo de creación y comercialización. En 2022, contrató a una persona para que le ayudara con lo básico del taller y otra para el manejo de las redes sociales.

Su trabajo en ArtStone le valió para recibir este año el segundo lugar en el Premio a la Iniciativa Privada, otorgado por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP). En este mismo certamen, en 2022 recibió una mención honorífica y también fue galardonado por la Fundación Colabora.