La franquicia española de yogurt helado, Llaollao, ha invertido $5 millones desde el inicio de operaciones en El Salvador, que en una década se ha convertido en el principal mercado de América.

Llaollao inició operaciones en El Salvador en 2015 y desde entonces ha abierto 16 establecimientos, incluyendo su sala de ventas más grande ubicada en el corazón del centro histórico de San Salvador, que esta semana fue inaugurada oficialmente con una inversión de $250,000.

La marca española está presente en 20 países, incluyendo Estados Unidos, Guatemala, Uruguay, México, Ecuador, Chile y Colombia. En el mapa también tiene operaciones en Francia, Arabia Saudí, Singapur, Turquía, China, Malasia, entre otras naciones.

“La penetración poblacional que nosotros tenemos (en El Salvador) es posiblemente mayor a la que tienen países como esos (Malasia) por la población y el número de sucursales. Hemos llegado a más población en porcentaje”, indicó Rafael Salome Kafati, director de operaciones de Llaollao en El Salvador.

Además, “somos de los franquiciados que tenemos más tiempo de tener una relación con la casa matriz”, añadió Adriana Guardado, gerente de marketing de Llaollao El Salvador.

Kafati adelantó que en tres semanas abrirán una nueva sucursal en la colonia Escalón, San Salvador, mientras que para el primer trimestre de 2025 se tiene en planificación instalar la primera tienda de autoservicio en el mundo en el centro comercial de Tuscania, carretera al Puerto de La Libertad, así como un establecimiento en Lourdes. Estas tres nuevas tiendas representan una inversión de $600,000.

La meta de 2025 es cerrar con 20 o más establecimientos en El Salvador, añadió el ejecutivo, quien recordó que cuando trajeron la marca representó un hito porque los helados que se fabricaban eran más al estilo estadounidense.

“Nuestro diferenciador es que nuestro producto nunca es congelado. Muchos realizan una oferta de yogurt helado donde el producto que nos presentan es un congelado y, al congelar el yogurt, pierde todos sus probióticos naturales”, añadió Guardado.

Llaollao importa desde su casa matriz las salsas y el mix de yogurt para garantizar la calidad, mientras que en El Salvador se compran las frutas y la leche. Además, la franquicia utiliza cucharas con plástico PLA, un material que se biodegrada más rápido, mientras que las tarrinas y las servilletas se elaboran con papel reciclado.