Aún falta la temporada más fuerte del invierno y los vientos nortes se encuentran lejos, mientras los comercios han adelantado la Navidad en El Salvador con la introducción a sus salas de ventas de productos alusivos a la temporada festiva. Sin embargo, los ánimos se ven opacados por la crisis logística internacional que podría demorar el ingreso de mercancías a las plantas salvadoreñas.

En los pasillos de Dollarcity -considerado la 'tienda de juguetes para los adultos'- ya se encuentran disponibles las decoraciones navideñas, junto a los productos de Halloween o los alusivos para el Día de la Independencia el 15 de septiembre.

También la cadena estadounidense de almacenes con membresía PriceSmart ya ofrece en sus salas adornos, como muñecos de nieve, renos y árboles.

Adornos y árboles navideños en los almacenes de PriceSmart. /DEM
Adornos y árboles navideños en los almacenes de PriceSmart. /DEM


China es el principal proveedor del mercado salvadoreño de juguetes y artículos para el recreo o el deporte, así como decoraciones. De los más de $67.86 millones importados solo en esta categoría al cierre de 2023, el gigante asiático cubrió $40.7 millones, según el Banco Central de Reserva (BCR).

Silvia Cuéllar, presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), aseguró que las empresas se preparan con los pedidos anticipados porque hay carga en el mercado que urge ser despachada.


Retrasos desde la pandemia

Iniciada desde la pandemia de covid-19, la crisis logística aminora los ánimos de los empresarios que sufren retrasos en la entrega de mercancías y a precios más altos. En 2020, con el cierre de los países hubo un paro en las industrias, pero con la reactivación la demanda hubo sobresaturación en los barcos y los grandes puertos no dieron abasto.

Las sombras de esa crisis continúan. “Otra cosa que ha sucedido es que hay falta de motoristas (que operen puertos), entonces eso también limita la operación”, indicó la presidenta de Coexport.

Las empresas socias de Coexport señalan que actualmente un barco se tarda entre 60 y 90 días en llegar a las aguas salvadoreñas, cuando el tiempo máximo era de 35 días.

Una vez llega al Puerto de Acajutla, en Sonsonate, se enfrentan a que no hay espacios para despachar la mercancía y con facilidad una naviera puede esperar en las aguas salvadoreñas hasta 14 días. Los pilotos con mayor premura deciden continuar las rutas por el resto de la región, principalmente hacia el Canal de Panamá, donde también se vive un cuello de botella desde 2023 por una severa sequía. Cuando finalmente regresa a El Salvador, las empresas tienen demoras en los procesos productivos y no alcanzan a cumplir los contratos de entrega con los clientes.

“Para la Navidad de 2024, la mercancía que debió de haber salido de China hace un mes, sino estaba en el agua, no sé qué decir, pero por aire no va a venir”, advirtió Fernando Romero, especialista en logística.

La opción de transportar mercadería vía aérea es excesivamente cara, en hasta 300 % más sobre el costo por terrestre o marítimo.

“Tenemos que buscar otra alternativa, probablemente la industria mexicana y de Estados Unidos, pero seamos realistas, la industria norteamericana ya no es lo mismo y la mexicana probablemente va a lograr surtir su mercado”, añadió Romero.

Coexport señaló que el mercado no prevé nuevos incrementos en el costo de los fletes marítimos, que también subieron con fuerza después de la pandemia. “Se puede disparar de la noche a la mañana, pero, por lo menos ahora, no hay señales de tanto aumento”, añadió Cuéllar.