El precio de mercado (sin la fijación) de las gasolinas y el diésel bajo en azufre en El Salvador es entre 16 % y 47 % más caro que hace un año, a pesar de que en los últimos meses hubo bajas sustanciales después de alcanzar récords históricos.

La cotización del crudo, la materia prima más preciada en el mundo, alcanzó su valor más alto en una década cuando el barril superó la cota de los $120. Estas alzas estuvieron impulsadas principalmente por el conflicto entre Ucrania y Rusia, el segundo proveedor más importante del oro negro en el mundo.

Los datos de la Dirección de Hidrocarburos y Minas (DHM) señalan que, entre la primera quincena de noviembre del 2021 y la primera quincena de noviembre del 2022, la gasolina especial en la zona central pasó de $4.13 a $4.80, $0.67 más cara. En tanto, la regular subió $0.66, al incrementar de $3.99 a $4.65.

El diésel dejó de tener el costo más bajo de los tres combustibles y este año tiene el valor más caro. Pasó de $3.64 en los primeros 15 días de noviembre del 2021 a $5.38 para el mismo periodo del 2022 en la zona central, un aumento de $1.74, correspondiente a un 47% más.

En el caso de este derivado, las variaciones al alza se deben a que ha subido el costo para producir su destilado, mientras que su demanda despunta durante el invierno en Estados Unidos y Europa.

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Perspectivas para el 2023.

El Salvador es un importador neto de combustibles, por lo cual no tiene mucho margen de maniobra para controlar los ajustes en el mercado internacional. El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), Jorge Hasbún, advirtió que no existe una predictibilidad a mediano o largo plazo de qué puede pasar con la guerra entre Rusia y Ucrania, que seguirá marcando la volatilidad en el precio del crudo.

Hasbún indicó que la expectativa es que esta inestabilidad se mantenga en el 2023.

“Si el petróleo está caro, los fletes van a seguir caros, a pesar de que internamente se mantenga el subsidio al consumo en bomba”, indicó el vocero del gremio.

La investigadora del departamento de Economía, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Iliana Álvarez, aseguró que el problema principal es la dependencia de la economía de las importaciones. Para Álvarez, no existe claridad de qué puede ocurrir con el subsidio sobre los combustibles, y cómo las finanzas públicas se verán afectadas por el mismo.

En vísperas de fin de año, las dudas de cómo proceder para los empresarios incrementan. Por un lado, pueden abastecerse de inventario, pero incrementar un costo financiero, y, por el otro, comprar menos insumos y materias primas con el riesgo a que no llegue a tiempo.

Bajas e incrementos.

El precio de los combustibles en El Salvador comenzó a registrar abruptas alzas en febrero y se mantuvieron hasta julio. Después de varias bajas, desde la quincena del 18 de octubre se registran nuevos incrementos, aunque no tan fuertes como la primera parte del año.

Según los informes estatales, entre el 28 de junio y el 11 de julio se registró el precio más alto de la gasolina superior, con $6.61, sin embargo, este pudo haber sido más alto.

El Gobierno anunció en marzo qué subsidiaria el precio de los combustibles. Primero aprobó la suspensión del cobro del Fondo de Estabilización para el Fomento Económico (FEFE) y la Contribución al Transporte (Contrans).

Después, el 5 de abril, se aprobó una fijación de precios máximos en las estaciones de servicio. Esta iniciativa se ha prorrogado en varias ocasiones, la última aprobada con vigencia hasta finales de diciembre de 2022.