La reducción de lluvias por la presencia de El Niño ya dejó pérdidas a los agricultores valoradas en más de $21.48 millones, aseguró ayer la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo).

La gremial más representativa del sector de cereales calcula las pérdidas a partir de los costos de producción (compra de insumos, jornales y alquiler de tierra), más el ingreso que habrían recibido por la venta de cada quintal según los precios de mercado.

Con información de los productores, “podemos establecer con toda propiedad” que se han perdido 564,073 quintales entre maíz y frijoles, aseguró Luis Treminio, presidente de Campo.

La gremial recoge que se perdieron 18,360 quintales de frijoles, un 15 % de lo que se había sembrado de este cereal, y 545,713 de maíz, que representan un 18 % de la extensión cultivada.

Actualmente el quintal de maíz se encuentra en las plazas a un promedio de $35 y el de frijoles a $130, por lo que Campo calcula que las pérdidas son de $2.3 millones en caso de los frijoles y $19.09 millones en maíz.

Estas pérdidas corresponden solo a la primera siembra, también conocida como “primavera”, cuando cultiva la mayoría de los productores de la zona central y occidente. Esta temporada arranca con el inicio del invierno en mayo y finaliza en julio. Es la de mayor producción, al menos se cosecha el 75 % de maíz y 20 % del frijol.

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Más riesgos.

Los productores de oriente suelen esperar hasta agosto para cultivar, después de la canícula que ocurre a finales de julio y que en años anteriores se ha unido a un periodo de sequía.

Aun así, Treminio asegura que hubo productores que se animaron a cultivar y hubo pérdidas en el municipio de Mercedes Umaña, en Usulután.

Entre agosto y septiembre tiene lugar la producción de segunda, especialmente en oriente donde se obtiene cerca del 30 % de la cosecha de granos básicos. Sin embargo, Treminio aseguró que es “poca” la gente que está sembrando por el temor a perder los cultivos, ya que las proyecciones apuntan a que El Niño se endurecerá con una probabilidad del 60 % al 70 % para agosto.

“El problema es que el 100 % de la cosecha está en riesgo”, advirtió el líder de la gremial, al afirmar que el crecimiento de las plantas de maíz se ha retrasado y las sembradas en los últimos meses comienzan a sacar los elotes.

“Si no llueve, esa planta no se desarrolla bien, no termina de llegar la mazorca y, por lo tanto, se pierde”, afirmó.

Déficit en el mercado.

Campo previó inicialmente que la producción de cereales 2023-2024 llegara a 19.81 millones de quintales entre maíz, frijoles, sorgo y maicillo. Esto sería suficiente para cubrir el 80 % de la demanda nacional, que ronda los 25 millones de quintales.

Con las pérdidas acumuladas a la fecha, el déficit para cubrir el consumo nacional sería de 6.4 millones de quintales para el próximo año. Usualmente, El Salvador importa lo que no puede producir de los países vecinos, pero también se enfrentan a los riesgos de El Niño.

En el primer semestre del año, el país ha importado $135.7 millones en concepto de maíz blanco y amarillo, un 83 % procedente de Estados Unidos. De frijoles se han comprado $549,181, un 99 % de Guatemala.