Más de 35,870 niños salvadoreños viven en hogares en condiciones de extrema pobreza, con ingresos diarios inferiores a $2.25, reveló un estudio publicado este miércoles por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Banco Mundial (BM).

El análisis se elaboró en el marco de la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se realizará entre el 18 y 22 de septiembre. Es la primera vez que ambas instituciones preparan un documento sobre la pobreza monetaria infantil a nivel mundial.

El documento retoma las tres líneas de pobreza del Banco Mundial. En el umbral de pobreza extrema se encuentran los hogares que viven con menos de $2.15 diarios, mientras que $3.65 corresponde a ingreso medio bajo y $6.85 ingresos mediano alto.

De acuerdo con este documento, un 1.9 % de los niños salvadoreños vive en hogares catalogados en pobreza extrema, es decir, con ingresos insuficientes para adquirir los alimentos requeridos para su desarrollo.

En el umbral de ingresos medio bajo se encuentra un 8.9 % de los niños salvadoreños, equivalente a más de 169,000 menores. En tanto, en ingreso medio alto se ubica un 37.8 %, una cifra cercana a 716,200 infantes.

De Centroamérica, la mayor población infantil en extrema pobreza se encuentra en Honduras y Guatemala, con más de 627,900 y 600,600 niños, respectivamente. En toda la región se calcula que hay 1.4 millones de infantes que viven en hogares con ingresos mínimos.

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Los estragos de la pandemia aún siguen.

Los hogares pobres tienen menos mecanismos de supervivencia, por lo que son vulnerables a los riesgos de cambio climático o las perturbaciones internacionales, como la pandemia de covid-19 que sumergió a la economía mundial en una recesión y lastró consigo los avances en la reducción de la pobreza.

El análisis de Unicef y el BM señala que al menos 30 millones de niños pudieron haber salido de la pobreza si no hubiera ocurrido la pandemia de covid-19, que provocó un retroceso de tres en este indicador.

Las instituciones señalan que el número de niños que viven con menos de $2.15 disminuyó un 13 % entre 2013 y 2022, al pasar de 383 millones hace una década a 333 millones el año pasado. Sin embargo, los resultados vaticinan que los esfuerzos para reducir este umbral no son suficientes para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de la Agenda 2030 de la ONU.

“Las crisis agravadas por los efectos de la covid-19, los conflictos, el cambio climático y las perturbaciones económicas han estancado los progresos y han dejado a millones de niños y niñas en la pobreza extrema”, señaló Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.

Luis Felipe López Calva, director Mundial de Pobreza y Equidad del Banco Mundial, dijo que los resultados son un “duro recordatorio” de que los gobiernos no tienen “tiempo que perder” para reducir los niveles de pobreza y desigualdad.

Los niños representan más del 50 % de las personas en pobreza extrema, a pesar de son una tercera parte de la población mundial.

El dato

África Subsahariana tiene la mayor carga con niños en pobreza extrema, un 40 %, derivado de un aumento de la población, los conflictos, los desastres por el cambio climático y la pandemia.