La investigación sobre el “panorama de oportunidades” de El Salvador reconoce que la recaudación puede mejorar y ser más progresiva, es decir, que el contribuyente que tenga ingresos superiores pague proporcionalmente más.
Al menos un 85 % de la carga tributaria de El Salvador recae en dos grandes generadores: el IVA, con una tasa de un 13 % aplicable a todo producto o servicio; y el Impuesto sobre la Renta (ISR), que corresponde a las retenciones sobre los salarios y la declaración de ganancias.
“Cerca del 45 % de la recaudación total entre 2017 y 2022 se ha dado en impuestos regresivos como el IVA, mientras al impuesto a la renta ha representado el 40 %, matiza el reporte del BID.
El promedio de la recaudación tributaria en ese período fue de un 24.5 % como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), superior a la media de un 19.2 % registrado en Centroamérica y República Dominicana (CAPRD). Sin embargo, es inferior al 30.5 % observado en la región latinoamericana.
“La lucha contra la evasión ha dado frutos, pero siguen siendo altos los gastos tributarios (deducciones, exenciones o tratamientos especiales)”, añade el BID, que calcula un 3 % como porcentaje del PIB en 2019 cuando el promedio en América Latina fue de 3.5 %.
DEM
Tributos, el sostén de la gestión pública.
Una reciente investigación del Banco Central de Reserva (BCR) reafirma que el régimen tributario salvadoreño “descansa fundamentalmente en los impuestos indirectos”, estructurado en 18 grupos que dependen de la actividad de consumo de la economía.Este estudio, publicado en su portal web, advierte que la dependencia a este tipo de impuestos expone las finanzas públicas al vaivén en el consumo y la actividad económica, tal como ocurrió en 2020 cuando por el paro parcial del tejido productivo los ingresos tributarios se desplomaron en $531 millones (un 5.9 %).
“Se vuelven importantes los esfuerzos por incrementar la participación de la tributación directa, que conlleva ventajas en términos de eficiencia, equidad y recaudación impositiva, ya que se aplica sobre una base imponible más estable”, cita el documento.
La investigación revisa la participación de los impuestos respecto al PIB durante 22 años, donde han experimentado un crecimiento de ocho puntos porcentuales al pasar de 11.8 % en 2001 a un 19.7 % en 2022.
Según el BCR, la evolución de la carga tributaria dependió de reformas en la estructura, pero también incidieron factores económicos y estructurales como un mayor acceso al comercio y el crecimiento del tamaño de la economía.
En varias ocasiones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado al gobierno salvadoreño un ajuste fiscal para corregir las deficiencias de las finanzas públicas a través de un plan de reducción de gastos y aumento de ingresos.
En esto, propone considerar un ajuste en la tasa de impuestos al consumo, pero junto a un programa para proteger a la población vulnerable. Además, recomienda el impuesto a la propiedad.