La empresa de capital alemán MPC Energy Solutions invirtió $24 millones en la construcción de su parque fotovoltaico Santa Rosa y Villasol, en el municipio de Quezaltepeque, La Libertad.

La firma, con sede en Ámsterdam, inaugura este miércoles su planta tras dos años de trabajo. Este proyecto comenzó a construirse en febrero de 2020, un mes antes que se decretaran los esquemas de confinamiento, por lo que las obras de campo se demoraron.

Santa Rosa y Villasol cuenta con 34,000 paneles solares bifaciales de alta potencia, es decir, que generan energía a partir de la radiación solar y también por el rebote de la tierra. La empresa aseguró que esta es la primera planta en Latinoamérica en contar con esta tecnología.

Su capacidad es de 21.4 megavatios (MW), más de 50 gigavatios hora (GWh) por año. La electricidad generada en este campo se inyectará a la red a través de un acuerdo de compra de energía (PPA como se conocen en inglés) con CAESS, una distribuidora del grupo AES.

La planta fotovoltaica es una de las inversiones más importantes de MPC Energy Solutions en El Salvador, a pesar de que no tiene oficinas físicas. “Queremos continuar invirtiendo en el país, pues hemos encontrado un buen clima de inversión y desarrollo de negocios iniciando por el buen acceso a la parte gubernamental”, aseguró Victor Atehortua, gerente de Proyecto de la empresa.

Las granjas fotovoltaicas son las de mayor crecimiento en el mercado salvadoreño. Desde 2016, cuando se registraron las primeras inyecciones de 60 megavatios, han crecido más de 800 % y para el segundo semestre este 2022 tienen una capacidad de 539.14 megavatios.

Representan el 19.4 % de la capacidad instalada de El Salvador y compiten muy de cerca de la tecnología hidroeléctrica, que tiene 571.86 MW y ha sido por años el principal generador de energía limpia en el mercado salvadoreño.

La empresa generó 200 empleos durante la construcción de la planta solar. / Cortesía
La empresa generó 200 empleos durante la construcción de la planta solar. / Cortesía

Inversión social.

Desde el inicio de construcción de la planta, la compañía ha invertido cerca de $55,000 en obras para las comunidades alrededor del proyecto como parte de su responsabilidad social empresarial (RSE).

Atehortua explicó que se consultó a los residentes de las comunidades, quienes señalaron como necesidad la remodelación y equipamiento del Centro Escolar Juana Rosa Galán de Quintanilla.

También se realizó una campaña de reforestación para proteger los mantos acuíferos de la zona y se llevaron jornadas médicas.

La firma señaló que también destinó $12,000 para mejorar las condiciones de pozos, lavaderos y levantamientos de una pared en una fuente de agua en la comunidad Santa Rosita, del cual dependen 112 familias.