San Salvador busca convertirse en una “capital gastronómica” con ofertas desde modestos puestos hasta restaurantes temáticos. En este último perfil encaja Nau Lounge, que la semana pasada anunció una reinvención de su menú hacia la comida japonesa tradicional.

Es un “viaje por la gastronomía”, resume el chef ejecutivo Vincent Boutinaud, quien ha estado al frente de la preparación del nuevo menú desde 2018, junto con el sushiman costarricense Gustavo Cisneros.

El relanzamiento de Nau Lounge, uno de los tres restaurantes del Hotel Real Intercontinental, incluye una reformulación completa de su menú a sabores más tradicionales del platillo típico de los japoneses, el sushi, y una propuesta de “express lunch” -almuerzos rápidos- para atraer a nuevos comensales de la zona a precios competitivos, desde $9.90.

La nueva propuesta está dirigida a ejecutivos que tienen en promedio una hora para el almuerzo, pero que buscan un sabor diferente, explicó Febe Letona, gerente de ventas del Intercontinental. Este paquete estará disponible de lunes a viernes, de 12:00 del mediodía hasta las 3:00 de la tarde.

De regreso al sushi tradicional.

Boutinaud, con 40 años de experiencia en la gastronomía, explicó que la reinvención del menú regresa a lo básico del sushi, un platillo cuyos orígenes se remontan al siglo II en China como un arroz fermentado para conservar el pescado salado. Los japoneses incorporaron esta técnica y actualmente es una de las comidas asiáticas más populares en el mundo.

Restaurante utiliza productos importados desde Japón, así como insumos comprados en el mercado local. / Francisco Valle
Restaurante utiliza productos importados desde Japón, así como insumos comprados en el mercado local. / Francisco Valle



El experto asegura que no se trata de un “sushi medio traficado” como el que se vende en las cadenas de comida, sino que las creaciones culinarias guardan su secreto en los sabores y texturas, de productos importados desde Japón. Aunque Boutinaud reconoce que hay algunos insumos que se adquieren del mercado local, pero que no afectan el resultado final del platillo.

El menú incluye sashimis, nigiris, temake, sopas, carpaccios o uramakis, que combinan lo fresco de los vegetales con la calidad de la carne de salmón o el atún. “Me está transportando al Japón urbe, a lo básico, a las comunidades de donde se originó”, insistió el experto de origen francés, que encontró la pasión del arte culinario cuando apenas tenía siete años de edad.

Boutinaud se declara amante de las pupusas, un platillo al que cataloga de “espectácular” y “único” en el mundo.

El restaurante también tiene música en vivo, con Carol Hill, quien canta en japonés algunas canciones escritas por ella.