El presupuesto para la construcción de una vivienda incrementó entre un 66 % y un 73 % en un año, confirmaron dos albañiles de diferentes puntos del país.

Cabe destacar que para planificar la edificación de una casa se toma en cuenta el tamaño del espacio a construir, así como el tipo de material que se utilice para edificar las paredes (ladrillo rojo o bloque), y si se solicitan repello de las paredes.

Dos albañiles confirmaron a Diario El Mundo que el presupuesto total para construir una casa “sencilla” de dos cuartos y una sala, ha pasado de entre $3,000 y $4,000 hasta los $5,000 o $7,000.
Avad Monge, un albañil con más de 30 años de experiencia, aseguró que actualmente todos los materiales de construcción han incrementado de precio.

Entre los que más se reportan al alza está el policloruro de vinilo (tubo PVC) de cuatro pulgadas, que pasó de venderse a $9 el año pasado a $18 este 2022. Así como el ciento de bloque que pasó de $18 a $70.

Datos de la Cámara Salvadoreña de la Construcción (Casalco) revelan que para abril los tubos de PVC de media pulgada y tres pulgadas son los que más han aumentado y ahora se venden entre $5.38 y $27.38.

Las láminas también han subido de precio, Monge pasó de comprarlas de $6 cada una a $11, un 83 % más caro.

En tanto, el quintal de hierro pasó de venderse en $45 a $70, y el ciento de ladrillo rojo costaba $35 el año pasado, pero actualmente ronda los $70.

El cemento, indispensable para la construcción, tuvo un aumento entre $1.30 y $1.35, con un precio de referencia de $9.30, mientras que la camionada de arena subió entre $25 y $30, y ahora supera los $100.

Manuel de Jesús Silva, también dedicado a la construcción, aseguró que el último incremento que presenció fue el del hierro, hace dos meses. En su caso, lo compró $28 más caro.

Silva compra sus productos en la ferretería de su municipio, en Concepción Quezaltepeque, mientras Monge se abastece con producto nacional que venden ferreterías en el municipio de Aguilares.

En anteriores ocasiones, la Casalco ha advertido que los incrementos de precios presionan a los grandes proyectos del rubro, que se enfrentan tanto a problemas de suministro como a mayores costos en las importaciones por fletes marítimos.

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En pausa.

Silva ha sido testigo de cómo el encarecimiento de la vida ha afectado incluso a las personas que desean construir en el departamento de Chalatenango, pues aseguró que existen casas sin finalizar y una reducción de la clientela durante este año.

“Prácticamente ha bajado como un 50 % (la demanda) porque ya no es igual. Como la verdad que como la competencia por todos lados, eso perjudica”, añadió.

Mientras que Monge ha presenciado el desabastecimiento de algunos materiales, principalmente cerámica proveniente de México e Italia, que desde el inicio de la pandemia debe ser encargada con un mes de anticipación.

A pesar de no reportar reducción laboral, Monge teme que en un futuro se dé una escasez de materiales y de obras por construir.

Tanto Monge como Silva tienen otras profesiones que les respaldan ante cualquier situación. Monge también sabe un poco de fontanería, mientras que Silva vende hamacas desde hace 20 años, un “plan B” que es más utilizado este año.

El dato

Datos de Casalco revelan que los PVC de media pulgada y tres pulgadas son de los productos que más han incrementado de precio, entre 108 % y 104 %.