Por cada dólar que El Salvador exportó en los primeros seis meses del año, se importaron más de $2. Una tendencia que de seguir aumentando podría frenar el crecimiento económico para este 2022 por insuficiencia de recursos, advirtió el Observatorio de Políticas Públicas.
El Observatorio, una unidad de análisis de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), publicó su informe económico del primer semestre del año que contiene un vistazo del tejido productivo salvadoreño frente a los retos inflacionarios y aumento en las materias primas.
Uno de los indicadores de alerta para la economía salvadoreña en este 2022 es su déficit comercial insostenible, que de “no corregirse podría superar los $10,000 millones”, alertó Claudio de Rosa, investigador asociado de la UFG.
El déficit comercial se origina cuando las importaciones de un país superan a las exportaciones. En el caso de El Salvador, al ser una economía dolarizada, esta balanza se “equilibra” por la llegada de remesas y otras divisas, que significa el ingreso de dólares y así queda dinero circulando en la economía.
Para el primer semestre del 2022, las exportaciones alcanzaron $3,802 millones con un crecimiento interanual del 16.8 %, mientras que las importaciones alcanzaron $8,934 millones a una tasa de variación del 27.2 %.
Es decir, que la balanza comercial cerró en $5,132 millones y significó un aumento del 36.1 % frente a los $3,770 millones registrados en el primer semestre del año pasado.
“Se requieren urgentes medidas correctivas o se limitará el crecimiento de la economía por insuficiencias de recursos porque habrán salido al exterior”, señaló de Rosa.
La ministra de Economía, María Luisa Hayem, defiende que el aumento en las importaciones es “una buena noticia” porque el 37 % corresponde a insumos para la producción y 19 % a maquinaria.
“Esto denota una ampliación en la capacidad de nuestras empresas para poder continuar cumpliendo los contratos e incrementar los negocios”, señaló.
Remesas y comercio.
Las exportaciones de bienes elaborados por manos salvadoreñas siguen creciendo, pero a un ritmo que es casi tres veces por debajo de la tasa registrada en el primer semestre del 2021, por el orden de 48.3 %.“Hay que poner atención al interior de este aumento porque no se da en términos de mayor volumen, o sea, cantidad de bienes y servicios exportados, este aumento se da por factor precios, lo que significa que en el sector exportador hubo menos producción y eso nos da una preocupación muy alta”, señaló el economista.
El Banco Central de Reserva (BCR) registra que el volumen de las exportaciones a junio pasado cayó 1.1 % frente al mismo período del 2021. De los primeros seis meses del año, en tres hubo bajas en la cantidad de bienes exportados.
Las remesas son otro pilar de la economía salvadoreña y el sostén para el 25 % de los hogares. Estos ingresos vienen de crecer a un 45 % en el primer semestre del año pasado a un 3.5 % para este 2022.
Estos ingresos dependen del comportamiento económico en Estados Unidos, de donde procede más del 95 %. Roberto Morán, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UFG, recordó que la primera economía del mundo registró en julio su menor tasa de desempleo de los últimos 53 años en 3.5 %.
“Esto no hace proyectar que las remesas tendrán un leve aumento para finales de 2022”, señaló.
