Las estrategias para proteger el medio ambiente cobran cada vez más fuerza entre las empresas, donde Nestlé y Toto Plásticos desarrollan diferentes estrategias para aprovechar los recursos, evitar el máximo desperdicio y retomar fuentes renovables que contribuyan a su producción.

La Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas) explicó que las estrategias medioambientales abordan el uso de energía, recursos hídricos, gases de efecto invernadero, así como cumplimientos legales y una disposición de desechos sólidos.

El director general de Nestlé en El Salvador, Andrés Calatroni, señaló que el gigante de alimentos, con 70 años de presencia en El Salvador, utiliza estrategias sostenibles desde que los productos se siembran hasta que se llegan al consumidor final.

Nestlé impulsa medidas sostenibles en el cultivo de café y cacao en América Latina, para aprovechar los recursos hídricos, de siembra y recolección.

“Llegamos hasta elementos de agricultura regenerativa. En Nicaragua tenemos un programa de sembradíos de café, que se llama Bosques del Mañana, y es un programa en el que estamos proveyendo de 13 millones de árboles que generen sombra para estas plantas de café”, indicó Calatroni.

El vocero de Nestlé señaló que en las oficinas todos los desechos se reciclan. La cadena continúa en los empaques, en donde se procura utilizar cada vez menos material virgen y se trata de incluir insumos reciclados.

La empresa también trabaja en cómo hacer que el plástico sea cada vez más fácil de reciclar, a lo que se suma la reducción del tamaño de los empaques.

También destinó fondos en estaciones de reciclaje y, en conjunto con Walmart y Recicla 503, se facilita a los consumidores actividades de reciclaje.

“Nestlé es la primera empresa en El Salvador en ser plástico neutral”, en donde el plástico que se retira es reintegrado a otros procesos productivos. En El Salvador, Nestlé retiró 650 toneladas de plástico en 2023.


Apuesta energética

El director ejecutivo de Toto, Luis Antonio Tona, aseguró que la empresas se mantiene en la búsqueda constante de fabricantes de empaques flexibles y tecnología que permita evolucionar para que los procesos productivos sean amigables con el medio ambiente.

Toto empezó en 2018 la relación con un proveedor para establecer el primer empaque 100 % biodegradable en El Salvador.

Un año después, la empresa continuó investigando y se convirtió en el primer proveedor en Centroamérica autorizado y certificado para poder producir empaques hidrosolubles, y se puso en marcha una planta fotovoltáica.

“Nos involucramos también con campañas educativas. Estamos viendo qué podemos hacer para poder ser atractivos o marcar la diferencia”, indicó Tona.

Toto también desarrolla campañas de reciclaje y, entre 2019 y 2020, restauraron un centro educativo en Santa Ana, en donde instalaron paneles solares.

Tona indicó que intentan previsualizar lo que la demanda solicitará en los próximos años y motivar a sus actuales consumidores a apoyar las tareas de recolección y reciclaje.


Impacto positivo

El presidente de la Fundemas, Tomás Regalado, destacó el compromiso que las empresas mantienen para generar una huella ambiental positiva.

Regalado recordó que los clientes exigen este tipo de estrategias, al mismo tiempo que las regulaciones gubernamentales e internacionales empujan la ejecución de las mismas.

”Hay una convicción de estas empresas de querer tener un impacto positivo medio ambiental por convicción propia”, señaló el presidente de Fundemas.

A pesar de esto, Fundemas señaló que uno de los desafíos que las empresas mantienen es impulsar estrategias por convicción. Para esto es necesario las alianzas entre el sector público, privado y organizaciones de la sociedad civil.

Ejecutar medidas ambientales, como respuesta al cambio climático, es otro de los motivos que debería impulsar a las empresas a tomar el primer paso, según la directora ejecutiva de Fundemas, Haydeé de Trigueros.

La directora ejecutiva enfatizó en que las empresas deben trabajar en la adaptación de los efectos que genera el cambio climático.

Ambas empresas prevén continuar impulsando medidas sostenibles en la próxima década. Toto espera avanzar en la generación de energía y convertirse en autosuficientes en los próximos años.

Por su parte, Nestlé prevé que todos los empaques sean reciclables a un 100 % para 2030, así como reducir el uso del plástico virgen y comenzar a trabajar con “carbono neutralidad”.