René Toruño es un empresario salvadoreño que ha dedicado buena parte de su vida a impulsar la educación, la sostenibilidad ambiental y la ayuda humanitaria en El Salvador. Toruño será reconocido este 12 de junio con el premio “Empresario Benefactor”, otorgado por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), con el que destaca el aporte económico que se le da al país.

Toruño es presidente de Indufoam, una empresa con décadas de trayectoria en el mercado salvadoreño que no olvidó sus raíces. Nacido en el barrio La Vega, en el seno de una familia humilde de seis hermanos, supo encontrar en la educación una puerta para triunfar en la vida y culminar sus estudios en Alemania.

El empresario recordó que junto a su difunta esposa, Jutta Steiner de Toruño, establecieron la Fundación Toruño Steiner, enfocada en apoyar diversos programas en beneficio de la educación del país.

Desde 1999, junto a la Fundación Toruño Steiner, se han otorgado becas a más de 4,000 personas, apoyando a la continuación de sus estudios a salvadoreños desde carreras técnicas, maestrías y bachilleratos.

La fundación también ha apoyado a jóvenes en el desarrollo de deportes como el béisbol, y la construcción y ampliación de centros educativos.

A las iniciativas educativas se suma establecer a futuro un Instituto Especializado de Educación Superior, con lo que se busca atender la falta de técnicos en El Salvador, un problema que, según Toruño, debe ser abordado.

El presidente de Indufoam, señaló que ya se han adquirido 10 manzanas iniciales para desarrollar el proyecto, aunque aún se aguarda la adquisición de dos más.

La iniciativa se encuentra en proceso de diseño y de presentación de anteproyecto.

“Ahorita está en la fase de presentación del anteproyecto de todo el instituto que es un proyecto a tres años, podría ser un poco más”, indicó el director Comercial de Indufoam, José Roberto Gutiérrez.

El instituto será parte del legado que Toruño busca dejarle a la sociedad, en donde se prevé facilitar el acceso a educación de calidad para las personas que poseen la capacidad, sin importar los recursos económicos.

“Vamos a dar becas, ahora, en todo el proyecto educativo que hemos pensado con mi señora y su servidor hemos pensando en una inversión de $200 millones”, reveló Toruño

Otros aportes

De la mano de Toruño y su esposa Jutta Steiner, también se concretaron labores altruistas en beneficio de entidades como Cruz Roja Salvadoreña, Comandos de Salvamento y la Fundación Salvadoreña de la Tercera Edad (Fusate).

A esto se suma el apoyo que se otorga ante desastres naturales y el interés por impulsar la sostenibilidad ambiental.

Toruño señala que se instalaron paneles solares sobre las instalaciones de Indufoam con el objetivo de producir energía renovable y garantizar la depuración de 4,200 toneladas de CO2 anuales.

La empresa señala que, del total de resortes de las camas que son elaboradas, un 85 % del acero es reciclado.

El uso eficiente también se aplica para los desperdicios del agua, la cual se reutiliza. En la misma línea, Indufoam ha construido un reservorio de agua.

El empresario señala que un 80 %de su patrimonio quedará destinado al Fomento de la educación, y un 20 % se utilizará para impulsar proyectos para personas de la tercera edad, así como instituciones sin fines de lucro.

La historia y legado

El trayecto recorrido por Indufoam ha estado lleno de logros y aciertos. La empresa fue fundada en 1982 de la mano de inversionistas estadounidense y hondureños como una compañía fabricante de espuma.

Dos años después, Ernesto Freund y Toruño se unen a la empresa que, en aquel momento tenía un poco más de 20 obreros.

En 1989, luego de un ataque de la guerrilla que destruyó la planta de Indufoam, Freund y Toruño adquirieron el 100 % de la compañía.

Desde 1992, la empresa ha estado a cargo de Toruño.

Tras varios años de expansión, otorgar empleos y apoyar en diferentes proyectos sociales. El año pasado Indufoam fue reconocido por la ASI como el mayor exportador de muebles de todo el país.