Tras meses duros para las empresas de la industria del plástico por demoras en las entregas de insumos, el sector espera que la crisis comience a ceder espacio en los próximos dos meses.
“Estamos mejor que hace cuatro meses”, reconoció Ricardo Morán, presidente de la Asociación Salvadoreña de la Industria del Plástico (Asiplastic), quien señaló que, más que el aumento de precios en los insumos, lo que más resienten las empresas es la demora en la entrega de los mismos.
La industria de plásticos fue la primera en alertar, a mediados del 2020, trabas en la cadena logística cuando la demanda de las grandes economías acaparó buena parte de los puertos, mientras que había menos disponibilidad de contenedores y personal enfermo por el covid-19.
Cuando se esperaba que la crisis se normalizara, estalló la guerra en Ucrania y puso un nuevo contratiempo tanto en la cadena logística como en el alza de los insumos, principalmente en el crudo que es la materia prima más preciada de las industrias.
El presidente de Asiplastic aseguró que las empresas “ya aprendieron a manejarse en la crisis” y se preparan para la temporada alta en el segundo semestre por las festividades navideñas.
“La logística, más los precios disparados, ha sido una catástrofe. Fueron años complicados y hoy en día todavía la resina sigue cara, pero ha comenzado a dar visos de que está comenzando a bajar. Pero se mantiene el problema de la logística, la resina que normalmente no llegaba en dos o tres semanas, ahora nos están llegando en dos y tres meses”, señaló el vocero gremial.
Resiliencia ante la crisis.
En marzo pasado, cuando la guerra en Ucrania puso en alerta al mundo, Asiplastic advirtió que el aumento en el precio del petróleo podría ocasionar que en dos meses las empresas salvadoreñas se enfrentaran a una escasez de suministros.La industria del plástico está encadenada a varios sectores, como farmacéuticos o alimentos y bebidas. Es considerada como “independiente con un multiplicador” de producción y generador de más de 9,300 empleos con exportaciones superiores a los $281 millones anuales.
Morán reconoció que “sí nos hemos visto afectados”, pero las empresas lograron sortear la crisis aumentando sus pedidos para garantizar el suministro. “El problema no ha sido crítico” como se esperaba en un principio porque la industria “ha sido muy resiliente” y, por hoy, no se puede decir que “no hay alimentos porque no hay empaques plásticos”.
Señaló que, si bien algunas empresas se vieron en problemas de parar algunas líneas de productos, en general la industria no se paralizó y mantuvo hasta donde pudo la dinámica de producción.
El Banco Central de Reserva (BCR) registra que las importaciones de plástico y sus manufacturas, incluyendo polipropileno y resinas, registraron un aumento interanual del 34.4 % en el valor monetario en el primer semestre del año, mientras que en volumen aumentó 12.7 %.
El 21.8 % de las exportaciones de este rubro viene de Estados Unidos y 23% de la República Popular China.
