A través de una publicación en redes sociales, el Minec detalló que la firma opera actualmente dos plantas en el mercado salvadoreño, ubicadas en Lourdes y Chalchuapa, donde genera más de 3,600 empleos.
Según la publicación, en la que se muestran fotografías de la ministra de Economía, María Luisa Hayem, en un recorrido por una planta, la firma textil busca expandirse en el mercado salvadoreño para aprovechar las “nuevas oportunidades y el buen clima de negocios”.
“En nuestro más reciente acercamiento con el sector empresarial, visitamos a Supertex Group, una empresa que ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años”, escribió Hayem en la red social X.
Supertex Group se define como una empresa global con plantas industriales en Colombia y El Salvador, operadas por “personal altamente calificado con experiencia en costura”. La firma se dedica a la fabricación de indumentaria deportiva para reconocidas marcas.
El grupo se fundó en 1983 con la licencia para elaborar productos de la marca Adidas, Arena y Le Coq Sportif. En 2015 inició operaciones en El Salvador con su primer plantel en Lourdes y en 2019 abrió su fábrica en Chalchuapa.
El Minec no detalló la ubicación de la nueva planta, el inicio de operaciones ni la generación de empleo.
Un alivio en medio de crisis.
El anuncio de la inversión llega en un momento de crisis para la industria textil después de un 2023 con fuertes caídas en las exportaciones y cierre de una planta del gigante de confección HanesBrands por la reducción en la demanda internacional.La industria textil cerró con una caída en las exportaciones de un 23.1 % en 2023. El Banco Central de Reserva (BCR) registra que se enviaron mercaderías valoradas en $980.9 millones, equivalente a $294.6 millones menos en comparación con 2022.
Según el BCR, el valor de las exportaciones de textil y confección sumó $649.7 millones, una cifra que fue $184.7 millones (un 22.1 %) inferior a los $834.7 millones reportados en 2022.
La caída de 2023 es explicada por la cancelación de pedidos, principalmente desde Estados Unidos, ante una saturación de inventarios por compras anticipadas en 2022, además de una caída en la demanda por la inflación.