El exceso de humedad generada por la tormenta tropical Pilar elevó la infestación del hongo de la roya en los cultivos de café, con una incidencia en un 15 % de las fincas, confirmó ayer la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal).

Sergio Ticas, presidente de la Acafesal, aseguró que la zona más afectada es Chalatenango, donde antes de la tormenta se había detectado un rebrote de la roya, un letal hongo que más pérdidas económicas genera al sector caficultor.

“Para que la roya se acelere solo necesitamos demasiada agua y luego esos cambios bruscos de temperatura, que deja de llover”, explicó el líder gremial. “Chalatenango nos preocupa porque la parte de más estricta altura es donde se está dando más el problema”, una región con cultivos de variedades de Geisha, Pacamara y Bourbon, consideradas de especialidad, pero altamente vulnerables a las enfermedades.

Los caficultores se mantienen alerta desde que en el ciclo 2012-2013 la producción se desplomara a menos de la mitad por un feroz ataque de la roya, que afectó a toda la región centroamericana. Este fue un punto de inflexión para el sector, pues la cosecha pasó de un poco más de 1.7 millones de quintales a 700,000 unidades.

Desde entonces, la producción no se ha logrado recuperar y la Acafesal vaticina que ocurra dentro de tres años. “Siempre y cuando el cambio climático no nos afecte”, advirtió Ticas.

La gremial prevé que la corta 2023-2024, que inició en octubre pasado, deje una producción cercana a los 800,000 quintales, inferior en comparación con los 877,411 obtenidos en el ciclo 2022-2023.

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Daños por “Pilar”.

Según la evaluación de las 13 departamentales de Acafesal, un 3 % del cultivo de café se perdió por los fuertes vientos y las lluvias generadas durante la incidencia de la tormenta Pilar, que además dejó tres personas fallecidas tras ser arrastradas por crecidas de ríos y varias viviendas dañadas, a pesar de que no ingresó al territorio salvadoreño.

Las ráfagas de vientos ocasionaron que los granos maduros se cayeran, pero los productores no alcanzan a recoger por la falta de mano de obra. Estos frutos terminan por pudrirse y son un foco de contaminación para el insecto de la broca, que, cuando vuelve a llover, sale y se alimenta de los granos verdes.

“A nosotros nos afecta más la roya porque, en las partes altas, la broca es mínima, podemos hablar de 1 %, pero, si nos vamos para otros departamentos, la broca sí nos está afectando”, añadió el presidente de Acafesal.

La baja producción y un menor precio a nivel internacional ha llevado a que las exportaciones de café se mantengan en negativo en los primeros nueve meses de 2023. El Banco Central de Reserva (BCR) registra que se han enviado más de 595,000 quintales por $138.6 millones, equivalente a una caída de un 16.1 % en dinero y 13.4 % en volumen.

La cotización internacional del aromático llegó a $180 este 15 de noviembre, su mejor precio desde junio de 2022. Sin embargo, Ticas advirtió que los analistas de mercado esperan que el café vuelva a caer hasta los $120 en los primeros meses de 2024.