El presidente Nayib Bukele arriba hoy a su cuarto año de Gobierno con elevados niveles de aprobación y la mejora notable de seguridad como el logro más evidente de su mandato.

Han sido años difíciles, complejos, complicados. La pandemia, la crisis económica que vino con ella, la inseguridad que llegó de manera trágica a su peor explosión en marzo de 2022 con aquellos días tenebrosos de homicidios, todo eso han sido variables que le ha tocado enfrentar al gobierno.

La notable reducción de homicidios y la detención de decenas de miles de pandilleros y colaboradores, ha logrado neutralizar esas bandas de crimen organizado que tanto daño nos causaron como sociedad y especialmente a las familias más vulnerables. La población estaba harta de los crímenes de esas bandas y por eso el apoyo masivo al régimen de excepción.

Evidentemente ha habido dificultades, hay cuestionamientos y críticas a nivel nacional e internacional desde que se destituyó a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al Fiscal General de la República, ha habido también preocupación sobre la institucionalidad democrática. Luego con el régimen de excepción hay denuncias de detenciones injustas y la muerte de reos.

Pero además de esas críticas, hay una realidad incuestionable y es que todas las encuestas muestran un nivel elevado de aprobación para el mandatario y la mayoría de sus medidas, con excepción de la economía y la apuesta por el bitcoin.

Como todo gobierno, hay avances y hay deudas. Es vital conservar un sistema democrático, con libertades y Estado de Derecho, que sepa escuchar a la población y sus necesidades, lograr estabilidad para atraer inversiones y superar nuestras carencias económicas.