La nueva Ley especial transitoria de incentivos y tratos preferenciales destinados al favorecimiento de la repatriación de salvadoreños es una medida justa para que la diáspora encuentre su camino de retorno a casa y se pueda instalar en su país tras haber migrado.

Los incentivos permiten que el grupo familiar pueda importar menaje de casa sin impuestos hasta $70,000. Ese beneficio claramente será atractivo especialmente para aquellos salvadoreños que quieran retirarse en El Salvador tras años de trabajo en el exterior. Además, podrán importar por grupo familiar máximo dos vehículos para uso particular, familiar o laboral en perfecto funcionamiento.

Según una encuesta del Banco Central de Reserva (BCR) y la Organización Internacional de Migración (OIM) realizada a 1,426 salvadoreños en consulados de seis estados de Estados Unidos, el 60.2 % tiene “intención de regresar a vivir a El Salvador en algún momento”; un 18.7 % ha elaborado planes para ello y 5.9 % tiene planes para hacerlo en unos cinco años.

Muchos salvadoreños han enviado sus ahorros para construir viviendas en sus lugares de origen y esta ley permitirá que puedan importar hasta sus muebles o electrodomésticos para equiparlas.

En el fondo, es una retribución enorme del país para los salvadoreños que un día tuvieron que salir ya haya sido por la guerra, por la falta de oportunidades económicas, por la violencia de las pandillas o cualquier otra razón. Es una manera de agradecer también sus aportes a una diáspora que no ha olvidado a sus familiares aquí y que aportan un cuarto del Producto Interno Bruto del país.