Los exportadores salvadoreños han recibido con entusiasmo la noticia de que en junio pudiera empezar a funcionar un ferri que una el puerto de La Unión en El Salvador con el puerto Caldera en Costa Rica, un medio de transporte que favorecería el comercio entre ambos países y la región en general.

En este momento, el transporte de mercadería por vía terrestre desde El Salvador hasta Costa Rica implica un recorrido de 970 kilómetros, equivalentes a 96 horas, pero con el ferri esto se reduciría a solo 24 horas. En este momento no es solo la distancia de 970 kilómetros sino que implica soportar los interminables trámites burocráticos en las aduanas, la corrupción de agentes policiales especialmente en Honduras y Nicaragua, los riesgos de seguridad y el estado de las carreteras en algunos tramos.

El ferri también permitirá que se evite que el transporte de nuestras exportaciones e importaciones tenga que sufrir bloqueos de carreteras debido a conflictos sociales y políticos como los de Nicaragua o protestas en Honduras.

Hasta ahora se ha conocido que la nave se movilizará a una velocidad de unos 50 kilómetros por hora. Además tiene una capacidad de 170 metros de largo, 25 metros de ancho y 10 metros de fondo, y puede de transportar 700 pasajeros, incluida la carga.

Por eso para los exportadores el ferri implica no solo la dosminución de los tiempos de traslados, sino mayor seguridad, menos trámites en aduanas, de mantenimiento y desgaste de los vehículos. Coexport reveló que se espera que el ferri movilice contenedores, cabezales y camiones. Se prevé que se utilice un sistema multimodal, es decir, que se podrá transportar mercancía por vía marítima y terrestre con un solo documento.