Saludemos la patria orgullosos, de hijos suyos podernos llamar; y juremos la vida animosos, sin descanso a su bien consagrar. Así empieza nuestro Himno Nacional, el que estos días patrios suele recordarse.

La Patria que soñamos y queremos es obra de todos. Para estar orgullos de ella y podernos llamar hijos suyos, tenemos mucho por hacer. Nuestro país tiene profundos problemas y es responsabilidad de todos enfrentarlos y superarlos.

El célebre Premio Nóbel de Literatura, el escritor español Camilo José Cela, decía que “el patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo”. Así que amar a la Patria es de hombres y mujeres bien nacidas. Pero expresarlo y construir esa Patria es algo más que discursos.

En El Salvador, que sufrimos tanto dolor provocado por la violencia, la confrontación política y la corrupción, el reto de construir un país mejor, con amor, es complejo, pero no debemos cesar en esa lucha.

El gran prócer cubano, José Martí decía que “la patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie”. Por eso superar los problemas de la nación y construir un futuro en paz, progreso y armonía, requiere de la participación de todos y aportar en su construcción y en la búsqueda de entendimientos.

Seguir viviendo en confrontaciones estériles, sin pensar en las futuras generaciones, solo impedirá superar nuestras limitaciones y será un lastre para nuestro desarrollo económico y social.

Algo que la Patria necesita con urgencia es unidad, el concurso de todos los salvadoreños para superar nuestros problemas y construir un sólido futuro.