Los cambios en el centro histórico de San Salvador con el retiro de ventas informales empieza a darle otro rostro a muchas calles capitalinas. La calle Rubén Darío -aún tapada parciamente con láminas- empieza a mostrar sus edificios de inicios del siglo pasado, al igual que otras calles vecinas.

En los últimos días, el alcalde Mario Durán ha anunciado inversiones privadas en un proyecto habitacional, un hotel, un cine y un mercado café. El edil explicó que esas inversiones se encuentran acompañadas de más restaurantes, una nueva imagen y mayor desarrollo del sector turístico. Evidentemente eso va a traer una reactivación comercial y turística del centro capitalino que antes, debido al desorden y la inseguridad, era evitado por mucha gente.

En abril del año pasado, la alcaldía logró el retiro de más de mil vendedores de la calle Rubén Darío y meses después fueran trasladados al nuevo Mercado Hula Hula; luego, fueron movilizados los vendedores de la calle Arce, el pasaje Montalvo y la avenida España, donde en ambos sitios ya se ejecutan proyectos de cableado subterráneo.

Aunque la ciudad se ve mucho mejor y el ejemplo del mercado Hula Hula es una solución digna para los vendedores que retiraron sus puestos de las calles, es importante que todos los que sean retirados tengan esas oportunidades.

El alcalde ha anunciado que el próximo movimiento de los vendedores que aún quedan en el centro se hará en abril, en los alrededores de la iglesia El Calvario, afuera del Mercado Central y cercanías de la Biblioteca Nacional. Con ello casi se habrá renovado todo el rostro capitalino.