El Salvador es el país más pequeño en extensión en la América continental, sin embargo, su atomización territorial ha sido un problema, el número de municipios de El Salvador -262- es mayor que el de Nicaragua y Costa Rica juntos o de países como Ecuador o Uruguay.

De ahí que hace sentido la propuesta del presidente Nayib Bukele de reducir los homicidios por razones administrativas y territoriales. Evidentemente, hay objetivos políticos y electorales detrás de la propuesta pero, más allá de eso, en este momento hay demasiados municipios, algunos insostenibles financieramente por su tamaño o escasa población e incluso número de votantes.

Será una adaptación compleja, hay municipios que tienen nexos históricos y culturales bastante cimentados, pero hay otros que aparecen en la propuesta que parecen tener menos cosas en común e incluso se ven afectadas por la distancia y hasta por las vías de comunicación. Son temas que deberían analizarse porque también afecta temas administrativos y la atención a la ciudadanía.

En lo que respecta a la Asamblea, nunca será popular tener tantos diputados. De manera que reducir el tamaño de legisladores es una medida que la población ve positivamente. No se trata solamente de número, debe mejorarse también en calidad y eficiencia a la hora de crear leyes. Para ello, los partidos políticos deben mejorar la oferta de sus candidatos con aspirantes mejor preparados académicamente y de comportamiento público y privado ejemplares.