La cifra es un reflejo de la importancia macroeconómica de las remesas para El Salvador como nación y cómo estas se han convertido en pieza vital en el sostenimiento económico de miles de familias salvadoreñas. Las remesas son un pilar también para el consumo en el sector privado y en la recaudación fiscal del Estado.
Las remesas constituyen un 20 % del Producto Interno Bruto de El Salvador y son ingresos para el 24 % de los hogares del país. Tan solo el mes de agosto, se recibieron $650 millones y un 93.8 % provienen desde los Estados Unidos, país que es hogar de tres millones de salvadoreños y que además es nuestro principal socio comercial.
Sin duda el aporte de las remesas en la macroeconomía y la microeconomía es fundamental, pero también hay un enorme valor humano en ella. Los connacionales hacen enormes sacrificios, afrontan duros y múltiples empleos para poder sobrevivir en aquellos países y aún así tener lo suficiente para mantener a sus familias en el país.
Por eso es importante que las familias que reciben ese dinero también aprendan a usarlo mejor, a invertirlo correctamente y valorar el sacrificio de sus seres queridos en cada centavo enviado.