Ayer se inauguró formalmente el año escolar 2022, el tercero que viven los estudiantes bajo la pandemia de covid-19. Los desafíos son enormes para todos, padres de familia, estudiantes, maestros, para toda la comunidad educativa en general.

El Ministerio de Educación advertía ayer que solo permitirá un 50 % de presencialidad en las clases y Asociación Nacional de Docentes de El Salvador, el principal sindicato de maestros del país, advertía que hasta un 45 % de los maestros en el sector público de El Salvador estarían contagiados de covid-19 en pleno inicio del año escolar.



Ciertamente el reparto de computadoras sigue contribuyendo enormemente a que los estudiantes puedan recibir clases en línea, pero es importante subrayar que los maestros tengan el compromiso para que sus clases tengan la calidad suficiente para que los alumnos aprendan y no tengamos después una generación con verdaderas carencias pedagógicas, fruto de esta situación.

En muchos países del mundo, a pesar de la pandemia y las olas de contagio, los niños y adolescentes ya asisten a las escuelas con las precauciones y medidas de seguridad recomendadas. Eso es algo que se debe analizar con mucha responsabilidad en El Salvador.

Para ello es fundamental que los niños y adolescentes se vacunen y así no sufran los embates directos de la enfermedad. Hay que tenerlo claro, vamos a vivir con covid-19 por muchos años más y hay que aprender a convivir con la enfermedad. Lo importante es que nuestros educandos no se vean afectados en el aprendizaje y que haya una decisión gubernamental de seguir apoyándolos en su proceso educativo.