A Washington le incomoda el acercamiento entre el presidente ruso Vladimir Putin (i) y el nicaragüense Daniel Ortega (d), ya que la nación centroamericana es un punto estratégico para los estadounidenses. / EFE


La cooperación armamentística, ampliamente criticada por la oposición nicaragüense, el acceso al espacio aéreo y a los puertos de Nicaragua por parte de Rusia y otros ejemplos del vínculo cada vez más estrecho entre esas naciones es motivo de preocupación de EE.UU.

Como publicó ayer el diario de Miami El Nuevo Herald, los euroasiáticos vendieron 50 tanques al gobierno de Daniel Ortega, lo que despertó el descontento de sus vecinos costarricenses meses atrás, además Vladímir Putin ofreció cooperación para capacitar a las fuerzas del orden de la nación centroamericana.

Por ello, Washington sigue de cerca los avances de la relación entre Nicaragua y Rusia y de hecho ya busca mecanismos de presión para paliar lo que consideran una falta de espacio democrático en Managua.

Como ejemplo de estas acciones impulsadas desde Norteamérica, congresistas de la Cámara baja buscan que se apruebe una ley para condicionar los préstamos de los que Nicaragua es destinatario, al menos hasta que, según la óptica de los políticos estadounidenses, se realicen elecciones más justas en el país que gobierna Ortega.

Otra forma de presión de Washington fue la solicitud al Ejecutivo nicaragüense de recibir observadores internacionales durante los comicios de noviembre, donde el mandatario actual es claro favorito para un tercer periodo consecutivo.

A los políticos en la nación del norte les sorprende que, en el marco del vínculo con Putin, Ortega haya adquirido tanques rusos de tipo T-72, de los que su gobierno hizo gala el mes pasado.

“Me asombra extraordinariamente que el segundo país más pobre del continente está comprando tanques, aviones, todo tipo de armas, pero parece ignorar las necesidades del pueblo”, sentenció el demócrata de Nueva Jersey, Albio Sires, al Herald. Por ello, Washington se mantiene observando y a la expectativa.

 

A modo de presión, el congreso quiere “cortar” el dinero

Para la legisladora Ileana Ros-Lehtinen, la impulsora de la más reciente medida para cortar el dinero del régimen de los sandinistas, “la única forma en que (presidentes) como Nicolás Maduro (de Venezuela) y (Daniel) Ortega sienten la presión es cortándoles el acceso al dinero”.

Y con base a esa idea es que Ros-Lehtinen pide que el Congreso estadounidense sancione a Nicaragua oponiéndose a los préstamos de los que Managua pudiera ser beneficiario, aunque dicha ley no parece tener cabida en el ambiente electoral que rodea a la Casa Blanca.