La Unión Europea recordó este miércoles que las guerras nucleares "no se pueden ganar" y "nunca deben librarse" en el 80 aniversario del bombardeo atómico de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945, al tiempo que advirtió de que está creciendo una "retórica nuclear irresponsable" en el panorama global.

Dicha retórica, junto a arsenales opacos y el surgimiento de nuevos actores que buscan capacidades nucleares, "ponen en peligro la paz y la seguridad internacionales y socavan de manera flagrante la verdad fundamental que todos hemos afirmado: una guerra nuclear no se puede ganar y nunca debe librarse", dijo en un comunicado la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior y Seguridad, Kaja Kallas.

También el presidente del Consejo Europeo, António Costa, instó a que el mundo "no olvide los horrores causados por las armas nucleares" y advirtió de que la humanidad "carga con esas cicatrices" aún hoy.

"Hoy, honramos la memoria de las víctimas y reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con la paz, el desarme y un mundo libre de armas nucleares", añadió.

Para Kallas, el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares "sigue siendo la piedra angular del régimen mundial de no proliferación nuclear y la base esencial para la consecución del desarme nuclear", por lo que incidió en la necesidad de que se reanude el diálogo estratégico en esta materia y de tomar medidas concretas para seguir reduciendo los arsenales.

"Tenemos el deber compartido de transmitir a las generaciones futuras el recuerdo de Hiroshima y Nagasaki. Se lo debemos a las víctimas: garantizar que este legado sirva de base para la paz. El desarme y la no proliferación no son opcionales, sino una responsabilidad colectiva", urgió Kallas.

Papa: "advertencia universal"

También, el papa León XIV deseó este miércoles que el recuerdo de los 80 años de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki "sirva de advertencia universal contra la devastación causada por la guerra, y en particular por las armas nucleares", en este momento "marcado por intensas tensiones y sangrientos conflictos".

El papa estadounidense pidió además que en este momento que atraviesa el mundo "la ilusoria seguridad basada en la amenaza de la destrucción mutua dé paso a la práctica del diálogo y a la confianza de la fraternidad", en un llamamiento al final de la audiencia general en la plaza de San Pedro.

Asimismo, dedicó sus oraciones "por todos aquellos que sufrieron los efectos físicos, psicológicos y sociales" de las bombas atómicas.

Este martes, en un mensaje dirigido al obispo de Hiroshima, Alexis Mitsuru Shirahama, con ocasión de esta efeméride, León XIV afirmó que "la verdadera paz exige el valiente abandono de las armas", especialmente aquellas que pueden causar "una catástrofe indescriptible".

"En nuestro tiempo de crecientes tensiones y conflictos globales, Hiroshima y Nagasaki permanecen como ‘símbolos de memoria’ que nos instan a rechazar la ilusión de seguridad fundada en la destrucción mutua asegurada", insistió el papa.

Hiroshima pide fin a armas nucleares

La ciudad nipona de Hiroshima pidió este miércoles a la comunidad internacional que alcance un consenso para poner fin a las armas nucleares, en el día en el que se cumple el 80 aniversario de su bombardeo atómico, el primero de la historia.

"A pesar de la agitación actual a nivel de los Estados, nosotros, el pueblo, nunca debemos rendirnos. En cambio, debemos esforzarnos aún más para construir un consenso en la sociedad civil sobre la necesidad de abolir las armas nucleares para un mundo verdaderamente pacífico", dijo hoy el alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, dentro de una declaración de paz leída durante la ceremonia.

En el texto, que se hace público cada año en esta fecha señalada, el alcalde manda un mensaje claro a los mandatarios de todo el mundo, a los que pide que reflexionen y se den cuenta de que sus políticas son las causantes de los conflictos globales.

"Por favor, visite Hiroshima. Presencie con sus propios ojos lo que provoca un bombardeo atómico. Acepte con sinceridad el espíritu pacífico de Hiroshima y comience de inmediato a debatir un marco de seguridad basado en la confianza mediante el diálogo", añadió el texto.

Unas 55.000 personas de 120 países y regiones participaron este miércoles en la ceremonia por la paz en dicha ciudad japonesa, lo que supuso una representación diplomática récord a pesar de los 35 grados y advertencias por posibles golpes de calor esta mañana.

La Campana de la Paz resonó en el Parque Memorial de la Paz de la localidad durante el minuto de silencio observado a las 8:15 hora local (23:15 GMT del martes), la hora exacta a la que la bomba ‘Little Boy’ fue lanzada por el bombardero Enola Gay sobre la ciudad, causando la muerte instantánea de unas 70.000 personas, cifra que se duplicaría a finales de 1945.

Posición de Japón

El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, afirmó este miércoles que Tokio debe "liderar los esfuerzos globales" para lograr un mundo sin armas nucleares, durante su discurso en la ceremonia.

"Liderar la comunidad internacional para lograr un mundo sin armas nucleares es la misión de Japón como único país que ha sufrido la bomba atómica en la guerra, y que aplica los tres principios no nucleares", señaló Ishiba.

El mandatario también rechazó la posibilidad de que el país comparta armas nucleares de Estados Unidos, y reafirmó la voluntad del Ejecutivo nipón de respetar esos principios.

De fondo, procedentes de fuera del recinto del acto, podían escucharse consignas de protesta de manifestantes en contra de las armas nucleares.
Nuevas caras entre los asistentes

Una cifra sin precedentes de 120 países y regiones, entre los que se encontraban Israel, Palestina y Ucrania pero no Rusia, participaron hoy en el encuentro.

Rusia volvió a ausentarse por segundo año consecutivo tras la invasión de Ucrania, su aliado Bielorrusia, sin embargo, participó por primera vez en cuatro años, tras el levantamiento del veto de Hiroshima a ambos países.

Este supuso también el primer año en el que participaron Palestina y Taiwán, que no están oficialmente reconocidos por Japón, y también hubo presencia de varias potencias nucleares: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, India —no firmante del Tratado de No Proliferación— e Israel.

Mayor riesgo que nunca

La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) aprovechó la efeméride para advertir que el riesgo de que se utilicen armas atómicas es mayor ahora que nunca antes debido a las tensiones y conflictos vigentes.

"El riesgo de uso de armas nucleares es más alto ahora que nunca, tenemos una serie de confrontaciones y conflictos que involucran a estados poseedores de armas nucleares", explicó la directora ejecutiva de ICAN, Melissa Parke, en una entrevista con EFE.

Premiada con el Nobel de la Paz en 2017, la organización considera especialmente preocupante el discurso de que las armas nucleares pueden utilizarse de forma táctica: "tenemos que recordar que las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki serían descritas hoy como armas nucleares tácticas", añadió.

Cada vez menos supervivientes

El 80 aniversario del bombardeo atómico resulta especialmente relevante este año, ya que es el primero en el que el número total de supervivientes de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki reconocidos oficialmente ha descendido por debajo de los 100.000 por primera vez desde que comenzó el sistema de certificación en 1957.

Según el ministerio, la prefectura de Hiroshima cuenta con el mayor número de titulares de cartilla sanitaria de ‘hibakusha’, con 48.310, seguida de Nagasaki con 23.543 y Fukuoka con 3.957.

Estados Unidos lanzó el primer ataque nuclear sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y, tres días después, lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki, lo que desembocó en la rendición de Japón el 15 de agosto y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

Se estima que unas 210.000 personas perdieron la vida en ambas ciudades debido al bombardeo, que también dejó 150.000 heridos y consecuencias humanitarias y ambientales.