El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, pidió que se ejerza una mayor presión al Congreso de Estados Unidos para impulsar una reforma migratoria integral, y criticó las políticas de deportación masiva del presidente Donald Trump, al considerar que “no ayudan en nada”.
“Tenemos que hacer más presión al Congreso para que los congresistas hagan los cambios necesarios. Y también es importante que la Administración escuche nuestra voz. No queremos ser enemigos de nadie: somos americanos”, declaró Wenski en entrevista con EFE.
El líder religioso, que dirige una de las diócesis con mayor presencia de latinos y haitianos en EE.UU., hizo un llamado a defender los derechos de los migrantes y recordó que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ha mantenido una postura firme y pública a favor de los migrantes durante décadas.
"Las leyes migratorias son anticuadas e injustas"
Wenski, quien lleva más de 20 años luchando por una reforma migratoria, afirmó que las leyes actuales son “inadecuadas y anticuadas” y que, por tanto, “resultan injustas”. También criticó el trato que reciben los migrantes por parte de algunos agentes de inmigración.
“Los agentes que aprehenden a migrantes no deben burlarse de ellos ni maltratarlos. Deben tratarlos con humanidad”, subrayó.
Sus declaraciones llegan después de que Tom Homan, conocido como el “zar de la frontera” en la Administración Trump, acusara a la Iglesia católica de “estar equivocada” en su defensa de los migrantes. Wenski respondió que “la Iglesia no es enemiga del Gobierno” y que muchos católicos trabajan para el Estado.
“Decimos que no se debe atacar a los agentes, pero también creemos que no es justo deportar a personas trabajadoras, como abuelas, niñas o padres de familia”, puntualizó.
Trump y las deportaciones masivas
Durante los primeros 250 días del nuevo mandato de Trump, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reportó la deportación de cerca de 400.000 personas, con una proyección de 600.000 expulsiones en el primer año.
Frente a estas cifras, el arzobispo advirtió que el país “no podrá tener una economía próspera” sin contar con el trabajo de los inmigrantes. Reconoció que cerrar la frontera ha sido un logro para la actual administración, pero enfatizó que las políticas deben diferenciar entre delincuentes y personas trabajadoras.
Wenski, quien presentó su carta de retiro al papa León XIV tras cumplir 75 años en octubre, reiteró que su salud es buena y que su permanencia en el cargo depende ahora del pontífice.
Durante su gestión, el arzobispo se enfocó en construir una Iglesia diversa y acogedora, que ofrece servicios en español, inglés y criollo, respondiendo al crecimiento de la comunidad migrante en el sur de Florida.
“Viene gente del norte, pero también sigue llegando gente del sur. Estamos creando un espacio donde todos puedan sentirse en casa”, concluyó.
