“Estas medidas extendidas sobre la aplicación de la ley en la frontera están funcionando”, dijo este miércoles en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Mayorkas también reprochó que “es incomprensible que algunos estados que se beneficiarán de estas medidas de aplicación altamente efectivas estén tratando de bloquearlas y causar más migración irregular en nuestra frontera sur”.
Las nuevas normas de admisión migratoria para las personas originarias de estos países contempla la expulsión mensual de 30,000 migrantes a México y permite la entrada a Estados Unidos de otros 30,000, pero con estrictos requisitos.
El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS) recordó que el 5 de enero, el presidente Joe Biden anunció medidas fronterizas adicionales para limitar la inmigración ilegal y reordenar el flujo migratorio que se había desbordado a finales de 2022. En consecuencias los migrantes deben solicitar asilo desde sus países de origen y aquellos que crucen ilegalmente la frontera se arriesgas a la expulsión inmediata.
Según informes del DHS los encuentros con migrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos cayeron de 3,367 por día el 11 de diciembre a un promedio de 115 el 24 de enero. “La disminución en los encuentros de esas poblaciones ocurrió incluso cuando los encuentros de otros no ciudadanos están regresando a los niveles habituales después de un descenso estacional típico durante las vacaciones”, señalan.
El programa, anunciado en diciembre para venezolanos y ucranianos, fue extendido en enero a cubanos, nicaragüenses y haitianos. Organizaciones pro-inmigrantes lo han calificado como una ampliación del Título 42, la norma sanitaria que permite la expulsión exprés de posibles solicitantes de asilo.