En dichas caravanas los migrantes recorren grandes trayectos por la carretera Costera hasta llegar a Huixtla, siempre en Chiapas, donde esperan reunirse con más de 5,000 migrantes que están varados en dicho lugar desde hace tres meses y quienes de igual manera presionan al INM para obtener los permisos migratorios.
En la caravana viajaban migrantes de diferentes países de la región, pero especialmente de Centroamérica y Venezuela. Las personas se quejan de la falta de apoyo de las autoridades mexicanas para extender las autorizaciones de tránsito y los permisos humanitarios.
Los migrantes también aquejan que los plazos de esperan son muy lentos y deficientes por parte del INM, porque aseguran que obtiene respuesta de los permisos de tránsito dentro de cinco o seis meses de haberlos solicitado.
Dentro de las solicitudes que buscan los migrantes también está el obtener permisos temporales de trabajo, porque afirman que al estar varados no tiene manera cómo generar recursos económicos para subsistir diariamente, y al no contar con permisos migratorios legales no pueden trabajar en ningún lugar.
Los migrantes buscan principalmente llegar hasta la frontera con Estados Unidos sin ser detenidos en el trayecto por agentes federales de México, para luego intentar cruzar hasta EEUU y aplicar en el proceso de asilo que dicho país extiende.