El empresario Daniel Noboa, representante de Acción Democrática Nacional (ADN), ganó este domingo la segunda vuelta de las elecciones a la Presidencia de Ecuador, al obtener el 52,3 por ciento de los votos, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).

A sus 35 años, Noboa se convirtió en el presidente electo más joven en la historia del país, sumido en la violencia del narcotráfico.

"Con más del 90% de las actas válidas a escala nacional (...) datos que como Consejo Nacional Electoral consideramos irreversibles, virtualmente el Ecuador tiene como presidente a Daniel Noboa"
Diana Atamaint, titular del CNE.


Noboa ha adelantado por más de 4,5 puntos porcentuales a su rival, la candidata del Movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González, aliada del expresidente Rafael Correa, que registra el 47,7 por ciento de las papeletas, de acuerdo al 89 por ciento de los votos.

Luisa González, alfil del expresidente socialista Rafael Correa, reconoció su derrota en el balotaje este domingo y felicitó al nuevo presidente de Ecuador, el empresario millonario Daniel Noboa, que se convierte en el mandatario más joven en la historia del país.

"Al candidato ahora presidente electo Daniel Noboa, nuestras felicitaciones profundas porque es democracia", dijo la candidata rodeada de seguidores en Quito.

Noboa fue la sorpresa de la primera vuelta electoral, en la que quedó solamente por detrás de su ahora rival, que ha demostrado hasta qué punto el 'correísmo' sigue siendo una corriente popular en un Ecuador del que permanece alejado el propio Correa, que vive actualmente en Bélgica y tiene varias causas judiciales pendientes en el país sudamericano.

Aunque la jornada transcurrió sin sobresaltos, los candidatos votaron con chalecos antibalas, custodios con fusiles y un clamor unánime: frenar la violencia en el país de 16,9 millones de habitantes.

En los últimos años Ecuador se ha transformado en un centro de operaciones de carteles de droga con tentáculos internacionales que imponen un régimen de terror y dejan miles de muertos.

El vencedor gobernará Ecuador por casi 17 meses, hasta terminar el periodo del presidente derechista Guillermo Lasso, quien disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para esquivar la destitución en un juicio político por corrupción.

Expertos consideran que el nuevo mandato será una suerte de precampaña de cara a la elección por cuatro años en 2025.