Si un día la muerte les llegara, querían morir “juntitos”, así recuerda entre sollozos a su hija Rosa Miriam Rivera, don José Rivera, un campesino de San Francisco Menéndez, en Ahuachapán, que se enteró el lunes que su “cipota” y el esposo de ella eran dos de las tres víctimas mortales de un tirador que atacó un restaurante en la ciudad de Indianapolis, EEUU.

“Me duele el corazón, porque hablando la realidad, esa cipota sí era el brazo fuerte”, dice Rivera, muy sentido de que le arrebataran la vida de su hija, quien lo apoyaba económicamente, pero sobre todo se preocupaba por el bienestar y estaba pendiente de su salud.

El anciano le contó a la cadena Telemundo que su hija Rosa Mirian Rivera de Pineda, de 37, y su esposo Pedro Pineda, de 56 años, desde hace 20 años eran una pareja inseparable que se habían jurado amor e incluso habían presagiado que ni la muerte los separaría.


“Ellos eran unas mansas palomita, así andaban ellos juntitos... Decían ellos, cuando nos muramos, juntitos”, recuerda Rivera entre lágrimas cómo ellos hablaban del día que la muerte los sorprendiera. “Entonces ahí que se quede ella”, dice al aceptar que su hija sea enterrada en Indianápolis a donde hace 15 años migró con su esposo, para que continúe junto a él.

“Si me enfermaba, ahí me decía ella: Papá ahí le va tanto (dinero) y va donde el doctor”, frases que ahora se quedan en la memoria de cuanto lo quería y lo cuidaba pese a estar a miles de kilómetros de distancia.


"Ellos eran unas mansas palomita, así andaban ellos juntitos... Decían ellos, cuando nos muramos, juntitos. Entonces ahí que se quede ella”.

José Rivera, padre de Rosa Mirian Rivera

Víctimas de un joven armado

Las identidades de los esposos salvadoreños fueron confirmadas el lunes como dos de las víctimas del ataque armado en el centro comercial Greenwood Park, en Indianapolis, según informó la Oficina del Forense del Condado de Johnson.

El tercer fallecido es Víctor Gómez, de 30 años, un hombre hispano que todavía se desconoce su país de origen.

Este sábado amigos y familiares de la pareja han organizado una venta de pupusas en el 3720 West 30th Street, en Indianápolis, para reunir fondos para el funeral.

Amor incondicional

El diario Indianapolis Star publicó que la pareja salvadoreña solía ir al Greenwood Park Mall solo para caminar y comer, después de cumplir con sus trabajos en la construcción y ella cuidando niños. “Era una forma de pasar tiempo juntos”, dijeron vecinos y amigos de las víctimas que preparan su funeral y que planean sepultarlos juntos en el Cementerio Concordia, en Indianapolis.

Pedro y Rosa habían estado juntos durante los últimos 20 años, según Paulina Maldonado, una vecina que conoce a la pareja desde hace unos 15 años.

Pedro trabajaba en la construcción, reparación y pintura de casas. Rosa cuidaría a los niños, incluso a los hijos de Maldonado.

Óscar Maldonado, de 18 años, dijo que él y su hermana solían llamarla Rosy.

“Era como una segunda madre, muy amable y cariñosa”, dijo Óscar, y describió a Pedro como un hombre callado y estoico.

Paulina Maldonado dijo que se enteró del asesinato de Rosa y Pedro este lunes, cuando la familia de la pareja la llamó para avisarle.

Murió protegiendo a Rosa

Corina Cruz Rivera, la madrastra de Rosa y quien vive en El Salvador le dijo a Telemundo que no cabe duda que Pedro murió defendiendo a su esposa.

“De primero que le cayó el primer tiro a él, vino a quererla a cubrir a ella para que no le cayeran más, y solo uno le cayó por aquí (en el pecho) y ya los demás tiros a él”, cuenta Cruz Rivera. ”Él trató de defenderla pero no pudo”.

El fatídico día Rosa Miriam fue llevada a un hospital pero no sobrevivió.

El autor de la matanza murió por disparos de un transeúnte, según la policía del lugar, y fue identificado como Jonathan Sapirman, de 20 años, el mismo que ingreso armado con un rifle al restaurante de comida china que Pedro y Rosa frecuentaban, sin pensar que ese día serían arrebatadas sus vidas.

Apoyo consular

La noche de este lunes la cancillería de El Salvador confirmó que los dos salvadoreños figuran entre las víctimas del tiroteo.

El Salvador “expresa su condena por el tiroteo ocurrido en un centro comercial en la ciudad de Greenwood, Indiana, Estados Unidos, en el que se ha confirmado el fallecimiento de dos compatriotas originarios de Ahuachapán (oeste de El Salvador)”, señaló la cancillería en un comunicado.