La fiscalía asegura que, entre el 16 de septiembre de 2017 y el 4 de agosto de 2018, ocurrieron seis asesinatos en Houston, Texas, y uno más en Maryland, Virginia, porque los pandilleros obtuvieron autorización de los cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) desde El Salvador.

Según informes de la Fiscalía de Texas, los pandilleros residentes en Houston, recibían ordenes de desmembrar y enterrar en fosas clandestinas a jóvenes que integraban la clica y eran considerados informantes de la policía. Después de sus sangrientas muertes los cuerpos eran mostrados mediante fotografías a sus cabecillas en El Salvador.

“Obtener una “luz verde” generalmente requiere la autorización de un líder de la clica y, en algunos casos, la aprobación de los líderes de la pandilla en California o El Salvador”, reveló la Fiscalía de Texas al presentar el proceso penal contra 8 pandilleros detenidos en Houston.

Luis Carbajal, alias “Chele”, y Carlos García, apodado “Lil Maligno” son parte de los 8 pandilleros que enfrentan condenas en Houston, son acusados de conspiración, crimen organizado, asesinato, intento de asesinato, extorsión, uso de armas de fuego, tráfico de drogas, robo y obstrucción de la justicia, enfrentando condenas de cadena perpetua o hasta la pena de muerte, según advirtió la Fiscalía de Texas.

El Departamento de Justicia de Texas informó que también incluiría en la acusación a los dos cabecillas de la MS-13 en El Salvador: Franklin Trejo Chavarría, alias ‘Impulsivo’ y Julio Vigil López, apodado ‘Hades’, porque según investigaciones eran los encargados de dar el aval para cometer los crímenes, aunque hasta la fecha ambos siguen prófugos, y se cree que se esconden en El Salvador, informó el Departamento de justicia.