El Servicio de Aduanas y Control Fronterizo de Estados Unidos (ICE), informó que el 11 de enero deportaron a dos migrantes salvadoreños los cuales son sospechosos de cargos de asesinato y tarta de personas.

Los dos salvadoreños deportados fueron identificados por las autoridades fronterizas como Erika Beatriz Rivera Crespín, de 35 años y Benito Arévalo Góchez Ruballo, de 47 años. Ambos migrantes fueron trasladados desde El Paso, en Texas, hasta San Salvador, El Salvador, donde fueron entregados a la Policía Nacional Civil (PNC).

"Los criminales peligrosos, que intentan evadir la justicia en sus países de origen buscando refugio seguro en los Estados Unidos, no lo encontrarán aquí... ICE está comprometido a identificar, localizar, arrestar y, en última instancia, eliminar a los fugitivos extranjeros para mantener seguros a nuestro país y nuestras comunidades", dijo Mary De Anda, directora interina de la oficina de campo de ERO El Paso, en Texas.

Las autoridades migratorias señalaron que Benito Ruballo es acusado de múltiples cargos por homicidio, conspiración en un homicidio agravado y conspiración criminal, mientras que Erika Crespín es acusada por trata de personas, un delito por el cual fue arrestada previamente en 2019, en Santa Ana, El Salvador.

ICE indicó que la deportación fue posible a través del trabajo de los oficiales de las Operaciones de Cumplimiento y Remoción (ERO) y la ayuda de la Alianza de Seguridad para la Ejecución de Fugitivos (SAFE) en El Salvador.