"Los informes iniciales sugieren que Israel, con el apoyo activo de Estados Unidos y de otros aliados, frustró efectivamente este ataque", declaró a periodistas el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken.
Irán disparó el martes el doble de misiles que en su ataque anterior en abril, anunció el departamento de Defensa estadounidense.
Según Blinken fueron unos "200 misiles balísticos".
El consejero de Seguridad Nacional estadounidense Jake Sullivan lo calificó de "ineficaz" pero añadió que supone "una escalada significativa por parte de Irán".
El ataque iraní se produjo el mismo día en que Israel anunció operaciones militares terrestres en el sur de Líbano contra el movimiento islamista Hezbolá, aliado de Irán, tras una semana de intensos bombardeos que dejaron cientos de muertos en todo el país.
Israel descabezó el movimiento libanés Hezbolá, apoyado por Irán, matando a su líder, Hasán Nasralá, en un ataque cerca de Beirut.
El guía supremo iraní, Ali Jamenei, afirmó que la muerte de Nasralá "no será en vano" y el vicepresidente primero, Mohamad Reza Aref, advirtió que conduciría a la "destrucción" de Israel.
Estados Unidos considera que la represalia merece una respuesta.
Blinken llamó a todo el mundo a "condenarlo" porque es "totalmente inaceptable".
"Por supuesto, debe haber consecuencias para Irán por este ataque", dijo el portavoz del departamento de Estado, Matthew Miller, a periodistas.
"No voy a entrar en cuáles son esas consecuencias hoy, pero hay cosas que coordinaremos con nuestros homólogos israelíes", sostuvo.