La oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) inició con 180,000 migrantes ilegales un nuevo plan piloto alternativo para no mandarlos a prisiones, mientras esperan una solución a sus casos dentro de EEUU. Les colocó grilletes electrónicos con GPS, y les estableció un "toque de queda”.

El portal de noticias Axios reveló que la administración del presidente Joe Biden está probando la idea de confinamiento domiciliario y toque de queda, con el objetivo de reducir los espacios de detención en prisiones privadas que dan servicio a los gobiernos federales.

Los migrantes que ya están incluidos en el plan tendrán una vigilancia severa, al tiempo que deben reportarse a las oficinas migratorias, mientras reciben alguna respuesta sobre sus casos, reportó el diario californiano La Opinión.

La cifra es mayor a los 150,000 que tenía en registro el Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, sobre indocumentados de recién ingreso al país.


"Los (programas) alternativos a la detención son un método efectivo para rastrear a los no ciudadanos liberados de la custodia de CBP que están esperando sus procedimientos de inmigración”.

Un portavoz del DHS a Axios


“Aquellos que no informen están sujetos al arresto y posible deportación por parte de ICE”, advirtió el funcionario.

El nuevo plan sería parte de una política del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, sobre ofrecer opciones distintas al encarcelamiento de los indocumentados.

El nuevo programa piloto de la migra se lanzará en Baltimore y Houston “con unos pocos cientos de inmigrantes en las próximas semanas”, le dijo DHS a Axios.

Aunque los inmigrantes podrán trabajar, también deberán seguir los lineamientos.

Se espera que el programa sea implementado completamente a finales de este año y es alternativo a las actuales opciones de vigilancia fuera de centros de detención.

Las críticas han comenzado contra ICE por su nueva estrategia, ya que el director ejecutivo de Envision Freedom Fund, Carl Hamad-Lipscombe, lo considera “invasivo”.

“Los grilletes electrónicos, la vigilancia y las estrictas restricciones, como los controles de entrada y los toques de queda, son punitivos, invasivos y dañinos”, afirmó a La Opinión.

Las sanciones de los migrante monitoreados de que si no acuden a las citas con ICE sin previo aviso o reagendarla podrían ser puestos en proceso de deportación automáticamente.