El conteo y el despegue del cohete Soyuz, desde el cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán, mantuvo ayer el eco de emociones, lágrimas y expectativas sobre el primer viaje del astronauta de origen salvadoreño Frank Rubio, cuya familia se concentró en El Salvador para celebrar este momento histórico.

Sus padres se reunieron en la Casa Presidencial para compartir con un grupo escolares y diplomáticos el inicio de este viaje para alcanzar las estrellas y obtener la experiencia suficiente que lo lleven a competir por un lugar en la próximas misiones a la Luna y Marte.

KAZAKHSTAN-RUSSIA-US-SPACE-ISS
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Rubio iba abordo de la nave rusa Soyuz MS-22 que se acopló cerca del mediodía a la Estación Espacial Internacional (EEI), después de más de tres horas del despegue.

El astronauta nacido en Estados Unidos, pero de padres salvadoreños se convirtió ayer en el primer salvadoreño en viajar al espacio y el décimo segundo hispano en llegar a la EEI.

Que increíble ver el inicio de la misión del primer astronauta estadounidense, de origen salvadoreño, Frank Rubio. Agradezco la oportunidad”. Katherine Dueholm, encargada de Negocios de Emb. EEUU

Momento del despegue de la nave Soyuz MS-22 en Kazajistán.
Momento del despegue de la nave Soyuz MS-22 en Kazajistán.



Emociones y fe.

Su mamá emocionada se llevaba las manos a la cara para secar lágrimas, calmar la angustia y sustentar en la fe del logro más importante que su hijo Francisco Carlos Rubio ha conseguido con disciplina y entrega.

“A mí me llena de mucho orgullo ser salvadoreña y que mi hijo diga que se siente orgulloso de representar a El Salvador”, expresaba Myrna Argueta, al ver en una enorme pantalla el cohete que elevaba hasta el cielo desde un lugar desde una plataforma a 12,750 kilómetros de San Salvador.

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“Gracias a Dios porque ha permitido y ha llenado de tanta sabiduría a mi hijo... Yo deseo de todo corazón que muchos niños de acá de El Salvador puedan seguir los pasos de Frank”, decía Argueta quien recuerda que aún siendo un bebé se trajo a su hijo a vivir en La Unión, en donde se crió hasta los seis años, para luego regresar a EE.UU. donde Rubio trabajó en su carrera profesional como médico cirujano y piloto militar.

A mí me llena de mucho orgullo ser salvadoreña y que mi hijo diga que se siente orgulloso de representar a El Salvador”. Myrna Argueta, madre de Astronauta

Katherine Dueholm, encargada de Negocios de Embajada EEUU
Katherine Dueholm, encargada de Negocios de Embajada EEUU



Buscan que primer astronauta salvadoreño sea una inspiración


Funcionarios estadounidenses y salvadoreños esperaban ayer que esta primera experiencia de un salvadoreño viajando al espacio, se convierta en un modelo a imitar para los salvadoreños, especialmente para los niños y los jóvenes.

“Uno de los momentos más especiales del lanzamiento fue ver la alegría y admiración de los niños. Los sueños no tienen límites y con esfuerzo se pueden lograr”, decía la encargada de Negocios de la Embajada de EEUU en San Salvador, durante la proyección del despegue del Soyuz MS-22 en el que viajaba Frank Rubio y los cosmonautas rusos Serguéi Prokópiev y Dmitri Petelin.

La mamá de  Frank Rubio, emocionada, sigue el despegue.
La mamá de Frank Rubio, emocionada, sigue el despegue.



“Viajar al espacio es un privilegio que muy pocos han tenido y los salvadoreños deben sentirse orgullosos de contar con un compatriota que ha llegado hasta las estrellas”, reiteró Dueholm.

Durante el encuentro en el que participaron diplomáticos, estudiantes de diferentes escuelas públicas y la familia del astronauta, el vicepresidente de la República, Félix Ulloa reconoció que “Frank debe ser una inspiración para toda la niñez y la juventud salvadoreña, y reflejar ese nuevo rostro que nuestro país está proyectando últimamente”.

Ulloa reiteró a “los jóvenes y niños que están aquí siendo testigos del despegue de la nave espacial Soyuz MS-22, es que Frank Rubio debe ser una inspiración para todos y para las nuevas generaciones de El Salvador”.