La medida que será aplicada para las redes sociales de la compañía (Facebook, Instagram y WhatsApp) y que será reemplazada por un sistema de "notas comunitarias" representa, según la SIP, abrir el camino a la desinformación.
"La diseminación maliciosa o deliberada de desinformación por parte de actores estatales o privados afecta la confianza pública y menoscaba procesos democráticos. Además de las responsabilidades de quienes emitan, distribuyan, amplifiquen o moneticen estos mensajes, se requiere adoptar políticas de alfabetización noticiosa y digital sobre el impacto de las tecnologías", señaló la SIP en su portal.
Esta transición llega acompañada de una carga política, la cual aumenta en Estados Unidos por los procesos electorales, como la resiente campaña electoral que dejó a Donald Trump como presidente electo de dicho país.
La eliminación
El gigante de las redes sociales anunció el martes que cesaría el programa en Estados Unidos, un giro en sus políticas de moderación de contenido que se alinea con las prioridades del próximo presidente estadounidense, Donald Trump."Vamos a eliminar a los fact-checkers (verificadores de contenido) para reemplazarlos por notas comunitarias similares a las de X (antes Twitter), empezando en Estados Unidos", escribió en las redes el fundador y director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg.
Zuckerberg dijo que "los verificadores de hechos han sido demasiado parciales políticamente y destruyeron más confianza de la que han creado, especialmente en Estados Unidos".
Esa tarea será reemplazada "por notas comunitarias similares a las de X", añadió.
Para la SIP esta cambio que delegará a usuarios anónimos la validación de la información "debilita los esfuerzos necesarios para combatir la propagación de noticias falsas, un problema que tiene impacto directo en la distorsión del debate público y, en consecuencia, afecta profundamente la calidad del sistema democrático".
El programa de fact-checkers es empleado por medios de comunicación para validar la información que permite que la verificación de los "contenidos se ajusten a los estándares internacionales de derechos humanos".
La decisión de Meta se suma a otras previas de la misma empresa en las que desjerarquizó o penalizó los contenidos periodísticos generados por medios profesionales, el principal antídoto contra la desinformación.
"Entre los temas clave que aborda esta nueva versión destacan la inteligencia artificial; la opacidad de los algoritmos, que puede fomentar la polarización y la difusión de desinformación, minando así el debate público; las disrupciones comerciales generadas por las grandes empresas tecnológicas, que concentran el mercado de la publicidad, y el derecho de propiedad intelectual, cuyo respeto es fundamental para la viabilidad económica del periodismo", aseguró la SIP.