Cinco meses después de haber sido rescatadas de un islote del Río Bravo, las tres menores salvadoreñas junto a su madre, Julia Aquino, recibieron visas humanitarias para poder residir en Estados Unidos de forma legal y así poder reencontrarse con el resto de familiares.

Las tres menores identificadas como Ashley de 9 años, Amy de 6 años y la más pequeña Claudia, de 2 años, fueron abandonadas el pasado 11 de enero del 2023 por un coyote que supuestamente las dirigía en su viaje migratorio hacia EEUU, pero al final las dejó solas entre la maleza del Río Bravo. Su drama conmocionó a la opinión pública.

Las menores fueron rescatadas por el Grupo Beta Piedras Negras del Instituto Nacional de Migración (INM) en el Estado de Coahuila, México, y posteriormente pasaron varias semanas bajo la tutela del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

Tras su llegada a EEUU la madre de las menores comentó a la cadena Univision, que por varios meses vivieron situaciones de incertidumbre en México, porque no sabían si las autoridades iban a determinar deportarlas nuevamente hacia El Salvador o si les ayudarían en su proceso de solicitud de las visas.

“Ha sido duro tantos meses allá en México, desesperación, tristeza, con ganas ya de regresarnos, porque ya no veíamos otra salida, veíamos casi imposible estar acá en estados Unidos”, dijo Julia Aquino.

La madre salvadoreña también explicó que en un último intento tomaron la decisión de entregarse las cuatro a la Patrulla Fronteriza (CBP), quienes a los dos días de tenerlas retenidas las dejaron bajo libertad condicional dentro de EEUU.

Las cuatro salvadoreñas ahora comenzarán una nueva vida junto a sus abuelos en el Estado de Texas, donde pretenden encontrar una mejor calidad de vida, y no volver a ser víctimas de las situaciones de riesgo que atravesaron en su viaje migratorio, ni de los que sufrieron cuando vivían en El Salvador.