Las fallas en el escrutinio de las votaciones generales de Honduras, celebradas el pasado 30 de noviembre, evidencian la fragilidad del sistema electoral del país, señalaron este domingo analistas consultados por EFE, que urgieron a impulsar reformas que fortalezcan los órganos electorales y se apruebe la segunda vuelta en las futuras contiendas.
Según informó el sábado la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, la paralización del conteo de votos desde el viernes pasado se debe a "problemas técnicos ajenos al pleno".
Para el analista Rodolfo Dumas, la suspensión del escrutinio "no abona en nada" a la incertidumbre que vive Honduras ante la ausencia de un presidente electo, aunque confió en que la situación se resuelva hacia finales de la próxima semana.
El resultado preliminar es "bastante estrecho" para declarar un ganador", señaló Dumas, resaltando el "comportamiento cívico ejemplar" de los votantes, que acudieron "de forma pacífica y ordenada".
"El pueblo cumplió, ahora le corresponde no sólo a los partidos políticos, sino también a la institucionalidad completar este proceso de manera satisfactoria", enfatizó.
El analista instó a aprobar un paquete de reformas que incluya la modernización del CNE y del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), así como la incorporación de la segunda vuelta electoral, un mecanismo que, según él, permitiría procesos "más ordenados" y mayor tranquilidad en las contiendas cerradas.
Mientras el ente electoral sigue sin activar el escrutinio, el partido oficialista Libertad y Refundación (Libre, de izquierda) presentó el sábado, a través de un apoderado legal, una acción de "nulidad administrativa" contra el conteo presidencial, alegando irregularidades vinculadas al sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y cuestionando la integridad del proceso.
Fragilidad institucional y desconfianza
Por su parte, el analista Miguel Cálix señaló que el proceso electoral en Honduras "está teniendo el fin que se dedicaron a construir" los políticos durante la campaña electoral.
En Honduras es "muy fácil" sembrar dudas sobre los órganos electorales, pese a que estos organismos deberían servir para "consolidar la credibilidad democrática", señaló Cálix a EFE.
Además, criticó que los partidos no hayan hecho "absolutamente nada" para fortalecer el debilitado sistema electoral, lo que, en opinión, explica en gran medida la "fragilidad institucional" que alimenta la desconfianza entre la ciudadanía.
El experto advirtió que el problema no se resolverá únicamente con reformas como la segunda vuelta, ya que un resultado estrecho, como el actual, generaría "las mismas disputas si persiste la debilidad institucional.
"El punto no es cuántas veces se vote sino cómo fortalecer la institucionalidad que administra las elecciones y totaliza los resultados", enfatizó, y lamentó que el sistema de transmisión de resultados dependa aún de una infraestructura precaria y servicios externos, pese a años de advertencias sobre la mala conectividad del país.
Los resultados preliminares del CNE muestran un estrecho margen entre Nasry ‘Tito’ Asfura, del Partido Nacional, quien es respaldado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, con el 40,19 % de los votos (1.132.321), y Salvador Nasralla, del Partido Liberal, ambos conservadores, con el 39,49 % (1.112.570 votos), tras el escrutinio del 80,02 % de las actas.
Un escrutinio independiente del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), con el 92 % de las actas, confirma la ventaja de Asfura sobre Nasralla: 39,43 % frente a 37,97 %, en un país donde no existe la segunda vuelta y el ganador es quien obtiene más votos.
Rixi Moncada, candidata presidencial de Libre, quien no se ha dado por vencida pese a que los resultados oficiales preliminares no le favorecen, con el 19,30 % de los votos (543.675), busca suceder a la presidenta del país, Xiomara Castro.
