Investigadores de la Oficina del Alguacil del condado de Mohave y El Museo del Norte de Arizona consiguieron con modelos matemáticos digitales y tecnología de registro de huellas actuales, identificar los restos del salvadoreño Luis Alonso Paredes, asesinado de un balazo y cuyo cadáver fue localizado por excursionistas hace 47 años, y tras más de cuatro décadas de espera ha sido finalmente identificado.

A partir de los resultados de una revisión del caso retomada en octubre pasado por expertos de la Unidad de Investigaciones Especiales (SIU) de la Oficina del Alguacil del condado de Mohave y otras instituciones expertas de esta región del noroeste de Arizona consiguieron establecer la identidad de Paredes.

“Las imágenes digitales de las huellas dactilares de la víctima obtenidas en 1976 se compararon con todos los registros nacionales (en EEUU) de huellas dactilares disponibles, lo que no era un recurso disponible en el momento de la investigación inicial”, señalan los investigadores en un reporte del caso publicado este martes.

“Los detectives de la SIU se enteraron de la posibilidad de que Paredes pudiera haber estado viviendo o trabajando en el área de Las Vegas en el momento de su muerte. Los investigadores también se enteraron de un posible empleo en la Guardia Costera y la Marina de los EEUU en el área de la Bahía de San Francisco casi una década antes de su homicidio”, detallan en el informe.

La intriga sobre la identidad de la víctima comenzó el 23 de noviembre de 1976 cuando unos senderistas que visitaban el desierto noreste de Arizona localizaron, en esta región considerada dentro de un área de reserva nacional, “restos humanos en una tumba poco profunda”.

“Se determinó que la víctima era un hombre adulto” de 1,70 de estatura y de al menos entre “140-150 libras de peso, de 30 a 35 años de edad”, dicen los investigadores de Mohave, y que “durante la investigación inicial, se determinó que la víctima recibió un disparo en la cabeza a quemarropa”.

Eso era lo único que se sabía de los restos de un hombre enterrado por su asesino en las afueras del parque Katherine que ahora alberga un área de recreación pública.

“Se obtuvieron huellas dactilares durante la autopsia pero desafortunadamente los detectives no pudieron identificar a la víctima” ya que el registro era limitado para entonces y las pistas sobre el crimen eran inexistentes.

Sin embargo este enigma dio un giro luego que “El Museo del Norte de Arizona en Flagstaff desarrolló una composición del probable parecido de la víctima” cuyo retrato fue divulgado por la Oficina del Alguacil del condado de Mohave.

Por ahora, con la identidad revelada y un retrato que podría describir al salvadoreño Luis Alonso Paredes, las autoridades del oeste de Arizona buscan localizar a los parientes de este hombre para que finalmente sepan su destino.

Con esta meta han habilitado la línea telefónica 928-753-0753 ext. 4288 y para que quienes sepan sobre sus parientes puedan comunicarse y conocer el caso DR# 76-5053.