Javier Milei será el próximo presidente de Argentina el 10 de diciembre tras lograr un contundente triunfo ayer en la segunda vuelta electoral sobre el candidato oficialista, el ministro de Economía, Sergio Massa.

Con un 99.03% de los votos escrutados, Milei, candidato ultraliberal de “La Libertad Avanza”, obtuvo un 55.72% de los votos, superando por a Massa, de la coalición Unión por la Patria, quien obtenía un 44.28%, una diferencia de 2,7 millones de votos.

Milei sucederá al peronista Alberto Fernández, quien deja un legado de crisis económica, hiperinflación y una devaluación notable del peso argentino.

Milei aseguró que con su elección este domingo como presidente de Argentina “comienza la reconstrucción” del país y ofreció integrar a su gobierno a los dirigentes de otras fuerzas que quieran sumarse, sin importar las diferencias.

“El modelo de la decadencia ha llegado a su fin. No hay vuelta atrás. Basta del modelo empobrecedor de la casta, hoy abrazamos la libertad para volver a ser una potencia mundial”, lanzó Milei ante sus seguidores, tras ganar la segunda vuelta presidencial con 55% de los votos.

El comando de campaña de Milei se llenó de seguidores que cantaban su lema “la casta tiene miedo” en alusión a la clase política, y también “Argentina sin Cristina” y “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.

La investidura de Milei, un economista de 53 años, será el 10 de diciembre, para un periodo de cuatro años.

Massa reconoce

El ministro de Economía de Argentina, el candidato peronista Sergio Massa, reconoció el triunfo del ultraderechista Javier Milei en la segunda vuelta de las presidenciales, antes de la divulgación de los resultados oficiales.

“Los resultados no son los que esperábamos. Me he comunicado con Javier Milei para felicitarlo y para desearle suerte porque es el presidente que la mayoría de los argentinos eligió para los próximos cuatro años”, dijo Massa en un discurso ante la militancia en su comando de campaña.

“Había dos caminos, nosotros optamos por el sistema de seguridad en manos del Estado, defendimos el camino de la defensa de la educación y la salud pública como valores centrales, a nuestras PYMES, que es la mejor forma de construir prosperidad, movilización social ascendente y progreso para nuestras nación”, expresó.

“Desde este lunes la responsabilidad de dar certezas es responsabilidad del nuevo presidente electo y esperamos que así lo haga”, dijo Massa.

Añadió que se pondrán en marcha “mecanismos de enlace y transición de enlace democráticos, para que los argentinos en los próximos 19 días no tengan ni dudas ni incertidumbres respecto del normal funcionamiento económico, social, político e institucional”.

Esperandogolpes.

Con una inflación anual del 143% y una pobreza que golpea a 40% de la población, Argentina atraviesa su peor coyuntura económica en más de 20 años.

“Pase lo que pase, no vemos un buen futuro. Estamos esperando los golpes. No ocurre como en otras elecciones que votaba con convicción, ahora voto sin convicción”, dijo a la AFP Mariano Delfino, un elector de 36 años en la periferia de Buenos Aires.

Para reflotar la tercera economía latinoamericana, Milei propone medidas drásticas como la dolarización y el cierre del Banco Central, para terminar con la inflación y la emisión monetaria.

“Las medidas de Milei serán todas rápidas y simultáneas”, vaticinó el economista Víctor Beker, de la Universidad de Belgrano, quien destacó que el libertario aprovechará tanto la luna de miel con el electorado como el periodo de pausa del parlamento por la temporada del verano austral.

Argentina tiene desde 2018 un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional por 44.000 millones de dólares, negociado por el entonces presidente Mauricio Macri, y desde 2019 un sistema de control de cambios.

Ese acuerdo contempla un compromiso para reducir el déficit fiscal hasta 0,9% del PIB en 2024, que Milei considera insuficiente.

Sin embargo, “recortar el gasto social es complicado, porque impacta sobre la pobreza”, advirtió la economista María Laura Alzua, de la Universidad de La Plata, quien estima que los subsidios a los servicios de electricidad, gas y transporte representan 2% del PIB.