La ayuda internacional a Libia se intensificó este jueves tras las inundaciones que causaron miles de muertos y desaparecidos en el este del país, donde continúa la búsqueda de supervivientes.
Aviones y barcos de países de Medio Oriente y Europa están llevando ayuda de emergencia al país norteafricano, desgarrado por más de una década de conflicto.
Además de los muertos y desaparecidos, decenas de miles de personas han sido desplazadas por las inundaciones repentinas del domingo, a raíz de la tormenta Daniel, que afectaron en particular a la ciudad costera mediterránea de Derna.
El acceso a la zona siniestrada sigue siendo muy difícil por la destrucción de carreteras y puentes, así como los daños a las redes eléctricas y telefónicas de amplias zonas donde al menos 30,000 personas se quedaron sin casa.
Según pudo ver un periodista de AFP, varios camiones cargados de alimentos lograron entrar en Derna.
El agua caída la noche del domingo al lunes en esa ciudad reventó dos represas, lo que provocó una riada fulgurante comparable a un tsunami, que arrambló con edificios, vehículos y personas.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia de la ONU, la mayoría de las víctimas "podrían haberse evitado" si los sistemas de alerta temprana y gestión de emergencias hubieran funcionado correctamente.
"Perdí a amigos y a personas cercanas. Están sepultados bajo el barro, o bien se vieron arrastrados por el agua hasta llegar al mar", dijo a AFP Abdelaziz Busmya, un hombre de 29 años. Según él, al menos el 10% de la población de Derna, que contaba con 100,000 habitantes, habría fallecido.
La ONU prometió 10 millones de dólares para apoyar a los sobrevivientes en Libia, incluidas al menos 30,000 personas que, según dijo, se habían quedado sin hogar en Derna.
Este jueves, los socorristas seguían sacando cadáveres de los edificios inundados o del mar.
Tal como constató AFP, los equipos de rescate hicieron un hallazgo macabro al sacar agua de una casa anegada: los cadáveres de una mujer y su hijo, al que sujetaba en los brazos.
Desafíos inmensos
Los desafíos que los trabajadores humanitarios tienen por delante son inmensos.
"Las carreteras están obstruidas, destruidas e inundadas, lo que complica el acceso de ayuda humanitaria", dijo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció este jueves haber enviado equipos suplementarios para distribuir ayuda humanitaria, y añadió haber "facilitado 6,000 bolsas mortuorias".
Por su lado, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) indicó haber empezado a dar ayuda a más de 5.000 familias desplazadas por las inundaciones.
Numerosos países anunciaron también el envío de ayuda, entre ellos Reino Unido, Egipto, Francia, Turquía, Italia, Argelia, Catar, y Túnez. Emiratos Árabes Unidos mandó dos aviones con 150 toneladas de ayuda.
Combinación de factores
Libia, un país petrolero, todavía se está recuperando de la guerra y el caos que siguieron al levantamiento que, con ayuda de la OTAN, acabó con el régimen y la vida del dictador Muamar Gadafi en 2011.
El país quedó dividido entre dos gobiernos rivales: la administración internacionalmente reconocida por la ONU con sede en la capital Trípoli, en el oeste, y una administración separada, en el este.
Según el portavoz del ministerio del Interior del gobierno instalado en el este del país, el teniente Tarek al Kharraz, hasta el miércoles por la tarde se contabilizaron 3,840 muertos en la ciudad de Derna, de los cuales 3.190 ya fueron enterrados.
Entre las víctimas, figuran al menos 400 extranjeros, principalmente sudaneses y egipcios.
Más de 2,400 personas siguen desaparecidas, según las autoridades del este.
No obstante, algunos medios de comunicación dan balances mayores, citando a otros funcionarios.
Un funcionario de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) informó que podría haber 10,000 desaparecidos.
Otro responsable de la Cruz Roja alertó contra el riesgo relacionado con las minas antipersona arrastradas a otras zonas por el agua.