Pese a la instalación de un muro flotante en el río Grande de Texas, cientos de migrantes aún intentan diariamente poder cruzar este río con la esperanza de llegar a suelo estadounidense, y poder ser admitidos bajo los procesos de asilo que habilita EEUU.

“Con los niños es difícil, pero la necesidad nos hace hacer esto”, dijo un migrante venezolano a la cadena Telemundo. Estos migrantes buscan cruzar hasta el lado de Texas, pero debido al muro flotante, les toca caminar por varias horas a la orilla del río para buscar rodear esta barrera y cruzar desde una zona donde estas boyas flotantes aún no son instaladas.

Las boyas flotantes están sujetas al fondo del río, y en la parte de abajo tienen una red metálica que impiden que los migrantes crucen por debajo de éstas. Mientras que, en las divisiones de cada boya, las autoridades de Texas instalaron cercas de púas para que las personas no pasen sobre éstas o en las divisiones de cada una.

La mayoría de migrantes buscan entregarse a la Patrulla Fronteriza para ser procesados, mientras que otros buscan ingresar por puntos ciegos de la frontera, pero en la mayoría de los casos son detenidos por elementos de la Guardia Nacional.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo recientemente que este muro flotante es una segunda oportunidad para los migrantes, porque les salvará la vida al impedir que intenten cruzar el río, pero las organizaciones proinmigrantes, autoridades mexicanas y hasta el presidente de EEUU, Joe Biden han criticado dicha medida antiinmigrante.