Julia Angulo la madre de las tres menores salvadoreñas se entregó al Instituto Nacional de Migración (INM) en México el pasado viernes, requisito que las autoridades de dicho país le solicitaban para poder reunirse con sus tres hijas, aunque eso significaría dar paso a los procesos de deportación hacia El Salvador.

Hasta la fecha Angulo aún no ha podido reencontrase con sus tres hijas, porque ella se encuentra resguardad en las instalaciones del centro migratorio, mientras que las tres niñas están en un albergue transitorio llamado “Camino a Casa”, ubicado en Piedras Negras.

La salvadoreña declaró que su intención es contar su historia a las autoridades mexicanas, exponer los riesgos que tiene si retornan a El salvador y así poder evitar la deportación. Angulo busca permanecer en México junto a sus hijas para seguir con la esperanza de pedir asilo en Estados Unidos y reunirse con el resto de familiares, según información que recoge la cadena Telemundo.

Sobre esta situación, Franco Gonzáles, director del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF), aseguró que lo que busca la madre salvadoreña es muy complicado, porque si le permiten quedar libre en México junto a sus tres hijas para que luego busquen asilo en EEUU, muchas otras familias pueden tomar ese mal ejemplo e intentar replicar las acciones de Angulo.

“Pues no queremos que después otras familias quieran hacer lo mismo, y bueno pues por ese lado es un factor importante no dar un mensaje equivocado a los ciudadanos de otros países”, reiteró Gonzáles.

El padre de Angulo y abuelo de las tres niñas le dijo a un medio mexicano que está dispuesto a servir de patrocinador para que su hija junto y sus tres nietas puedan llegar a EEUU, pero esa decisión depende de las autoridades mexicanas, quienes aún no definen la situación legal de la familia salvadoreña.

El caso

El pasado 11 de enero elementos del Grupo Beta Piedras Negras del Instituto Nacional de Migración (INM) en el Estado de Coahuila, México, rescataron a las tres menores salvadoreñas que se encontraban solas en un islote del Río Bravo.

Las tres niñas fueron identificadas como Ashley de 9 años, Amy de 6 años y la más pequeña de 18 meses, Claudia, y desde entonces se encuentran en un albergue transitorio ubicado en Piedras Negras.