Julia Angulo, la madre de las tres niñas salvadoreñas que fueron encontradas entre la maleza del Río Bravo en el estado de Coahuila, pide a las autoridades mexicanas no ser deportada junto a sus tres hijas, porque asegura que corren peligro si retornan nuevamente a El Salvador.

La madre de las menores aseguró que cuando vivían en El Salvador una de sus hijas sufrió de abusos, por lo cual dice que volver nuevamente no es una opción porque que la vida de ella y la de sus hijas corre peligro.

“Una de mis hijas ya sufrió allá en ese país un abuso... estaba con la ilusión de que a alguien el Señor le tocara el corazón y abriera una puerta de llegar a Estados Unidos con mis hijas, pero lastimosamente no se pudo y que sea lo que Dios quiera”, dijo a la cadena Telemundo, la madre de las menores, al saber que el estado mexicano le pide que se entregue a migración para ser deportada junto a sus tres hijas.

Angulo también mencionó que no fue intención de ella abandonar a sus hijas, sino que explica que pagó $9, 000 a un coyote que le prometió cruzar a las tres niñas hasta EEUU, pero al final solo la engañó y abandonó a las menores en el paso fronterizo del Rio Bravo.

Las autoridades de México le han comunicado a Angulo que podrá reunirse con sus hijas hasta que se entregue a migración, para que posteriormente sean deportadas las cuatro a El Salvador.

La salvadoreña también asegura que solicitó al gobierno de EEUU ayuda para obtener asilo y así poder reunirse con sus familiares en suelo estadounidense, pero hasta ahora dice que no han tenido respuesta.

El caso

El pasado 11 de enero elementos del Grupo Beta Piedras Negras del Instituto Nacional de Migración (INM) en el Estado de Coahuila, México, rescataron a las tres menores salvadoreñas que se encontraban solas en un islote del Río Bravo.

Las tres niñas fueron identificadas como Ashley de 9 años, Amy de 6 años y la más pequeña de 18 meses, Claudia.

Hasta la fecha, las menores se encuentran en un albergue transitorio llamado “Camino a Casa”, ubicado en Piedras Negras, donde son cuidadas por el personal del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF), mientras se resuelve la situación legal de ellas y la de su madre.