"No recuerdo mucho de ese día... No sé por qué sobreviví”, le dijo entre lágrimas al equipo del programa Good Morning America de la cadena ABC News, al saber que tres personas que estaban cerca de ella, refugiadas bajo un árbol, murieron al ser también impactadas por los seis rayos que en medio segundo cayeron frente a las instalaciones de la Casa Blanca,en Washington DC el pasado 4 de agosto.

En el incidente una pareja de ancianos que celebraran su aniversario de bodas murieron, ellos eran James Mueller, de 76 años, Donna Mueller, de 75 años. También las descargas eléctrica mataron a Brooks Lambertson, de 29 años, quien había viajado de Los Ángeles para una reunión de negocios.

“No me siento bien por ser la única sobreviviente, eso es seguro. Estoy agradecida, pero simplemente no me siento bien por ser la única”, aseguró durante la entrevista.

Escudero-Kontostathis, de 28 años, recuerda que ese día esta haciendo campaña con otros miembros de la organización Threshold Giving, que ayuda a los refugiados. Dice que se vino una llovizna por lo que ella y otras tres personas se refugiaron debajo de un árbol en la plaza Lafayette.

En ese momento un rayo la golpeó a través del suelo y viajó a través de su cuerpo, lo que provocó quemaduras graves, por lo que fue trasladada de urgencia a un hospital de la ciudad.


Estaba en estado crítico, luchaba por respirar y sufría quemaduras graves. "Me morí y volví. Creo que no tuve latidos del corazón por algún tiempo. No sabes cuándo puede ser tu último día”, reflexionó.

No recuerda mucho de su estadía en el hospital, donde fue internada en la Unidad de Cuidados Intensivos, pero sí recuerda a las enfermeras tratando de mantenerla calmada y diciéndole que todo estaría bien.

Contó que su camino hacia la recuperación ha sido frustrante tanto física como mentalmente. "Olvidé que no puedo simplemente levantarme y hacer cosas. Tengo que usar un andador”.

"Te despiertas y piensas que puedes levantarte e ir a cepillarte los dientes o tomar una taza de café y yo no puedo, todo mi lado izquierdo está bastante carbonizado", dijo Escudero-Kontostathis. "Mentalmente, también es un poco frustrado porque quiero estar trabajando y haciendo cosas”, admitió.

En el cierre de la entrevista, la joven volvió a encontrarse con las enfermeras que le salvaron la vida en medio de la crisis. "Si no fuera por todos ustedes, no estaría aquí".