La crisis migratoria provoca que muchos menores de edad viajen con sus familias hacia las fronteras entre México y Estados Unidos, con el objetivo de ingresar al país norteamericano y poder rehacer una nueva vida junto a sus familiares. Esta situación obliga a que muchos menores abandones en sus estudios, debido a los extensos periodos de tiempo que viven en la zona fronteriza.

Del lado fronterizo mexicano, específicamente en Tijuana y Ciudad Juárez, hay una fundación llamada YES WE CAN, que desde el 2018 ha convertido autobuses en salones de clases provisionales, los cuales están adecuados con materiales didácticos, espacios de recreación y equipo electrónico para brindar atención escolar a los niños migrantes que viven en albergues y refugios de la zona.

“Aquí caben alrededor de 35 a 40 estudiantes (en el interior de los autobuses), y tenemos carpas que son las aulas adicionales, en cada sede usualmente trabajamos con alrededor de 100 a 150 niños”, dice a la cadena Telemundo, Estefanía Rebellon, integrante de la fundación YES WE CAN.

La fundación indicó que hasta la fecha han brindado educación escolar a más de 2,000 niños migrantes que se encuentran en los diferentes albergues de la zona fronteriza con EEUU. También señalaron que uno de sus objetivos es poder ayudar a más niños de los albergues, pero aseguran que cuentan con la limitante económica, porque dependen de la ayuda y donaciones de la comunidad y otras fundaciones para poder expandir sus beneficios a los menores.