Esta semana los salvadoreños Adrián Rivera Guzmán, de 48 años, y su hijo Juan Carlos Hernández, de 24 años, murieron víctimas de un presunto asaltante que los atacó en una área de construcción donde los connacionales trabajaban.

En declaraciones a la afiliada Telemundo 44, un compañero de trabajo de las víctimas dice que escuchó un par de disparos cerca de la construcción, y que el hijo de Rivera Guzmán corrió y que fue también baleado al enfrentarse al asaltante que había acribillado a su padre, el joven murió mas tarde en el hospital.

La esposa y madre de las víctimas, Laura Hernández, le contó a la televisora que ellos llevan un poco mas de un año en EEUU tras huir de la violencia que le había arrebatado a otros dos hijos en El Salvador.


“Estoy destruida. Mi hijo y mi esposo fueron asesinados mientras trabajaban. Es tan injusto. No estaban haciendo nada, solo (estaban) trabajando. Es injusto lo que les pasó”, dijo Hernández.

Hernández dijo que su esposo tenía una buena educación, estudiaba derecho El Salvador y trabajaba en la construcción aquí, junto con su hijo.

Según la policía, un sospechoso del crimen es Francis Deonte Rose, está bajo custodia. Todavía no ha sido acusado de los asesinatos pero se le vincula a varios asaltos en la zona donde acribilló a los salvadoreños.